El comercio electrónico goza de mejor salud que nunca. Los usuarios ya están totalmente familiarizados con ello y lo han incorporado en sus pautas de consumo. Por su parte, las empresas son conscientes de los beneficios económicos que esto conlleva. Como resultado, el e-commerce creció un 21% en España durante el año pasado, según estimaciones de la compañía Dolist.

Desde la empresa de marketing estiman que el crecimiento para este año será aun mayor, superando los 36.000 millones de euros: "Vemos un gran potencial en España. Hay puntos a mejorar, como en todos los sitios, especialmente en lo que concierne a la fidelización de clientes y a la creación de valor", cuenta Jean Paul Lieux, Director General de Dolist.

Nuestro país se encuentra en el cuarto puesto del ranking europeo de comercio online, solo por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania. Los últimos datos proporcionados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calculan el volumen de este sector en 9.300 millones de euros en el segundo trimestre del año pasado, casi un 30% más a nivel interanual.

Así, el documento permite analizar por actividad la importancia de cada tipo de negocio. Las variables con mayores ingresos fueron las agencias de viajes y operadores turísticos, con el 14,8% de la facturación total; el transporte aéreo, con el 11,8%, y las prendas de vestir, en tercer lugar, con el 5,5%.

Con esto, el turismo supone el 29,3% de la facturación dentro de España, al que le siguen los espectáculos artísticos, deportivos y recreativos (6,5%) y la administración pública, impuestos y seguridad social (6,2%).

En esta época del año se contabilizaron 159 millones de transacciones online. Casi el 60% se produjo desde España con el exterior, el 8,4% desde el exterior a España y, un poco más del 30%, en el territorio español. Con todo ello, las webs de e-commerce se han llevado el 52% de los ingresos en el segundo trimestre de 2018.