El Instituto Nacional de Estadística ha publicado esta mañana la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre del año, en la que se muestra que la tasa de desempleo se ha reducido cerca de un 1,5% hasta alcanzar su menor registro de los últimos diez años, en el 15,28%.

De este modo, el paro bajó en 306.000 personas en el segundo trimestre del año, lo que supone un 8% menos que en el trimestre anterior, hasta situarse el total de desempleados en 3.490.100 personas. Esta bajada del desempleo es inferior al descenso récord registrado en el segundo trimestre de 2017, con 340.700 parados menos, aunque supera las reducciones del mismo periodo en los años 2015 y 2016.

A ello se suma que la EPA ha registrado la mayor creación trimestral de empleos de toda la serie histórica, con 469.900 nuevos puestos de trabajo entre abril y junio, un 2,5% más que en el trimestre anterior. El sector privado ha aportado la mayoría de esos empleos, hasta generar 457.800, lo que supone un incremento trimestral del 2,9%, mientras que el sector público sumó 12.100 puestos de trabajo, un 0,4% más.

De este modo, el total de ocupados alcanzó las 19.344.100 personas, un dato que supone su mayor nivel desde el cuarto trimestre de 2008. Mientras, la tasa de actividad se incrementó en tres décimas, hasta el 58,8%, debido al alza del 0,7% en el volumen de trabajadores activos entre abril y junio, incorporando al mercado laboral a 163.900 personas en el segundo trimestre.El número de asalariados se incrementó un 2,9%, equivalente a 465.100 personas. Los trabajadores con contrato temporal crecieron un 5,6% o 233.700 personas en términos reales, mientras que los que cuentan con contrato indefinido aumentaron un 2%, que equivale a 231.400 personas.

Por otra parte, la tasa de paro juvenil cayó en el segundo trimestre hasta el 34,6%, a pesar de que el número de desempleados menores de 25 años se incrementó en 7.400 personas, un 1,4% más respecto al primer trimestre, hasta un total de 522.700 jóvenes sin empleo.

La caída de la tasa de paro juvenil se explica por el incremento de la actividad de un 6,3%, con 89.2000 nuevos menores de 25 años activos, lo que ha permitido que se reduzca un 1,7% respecto al trimestre anterior y un 4,9% respecto al segundo trimestre de 2017.

El paro aumentó en todas las franjas de edad joven, un 5,1% entre los 16 a los 19 años y un 0,1% entre 20 a 24 años, mientras que se redujo un 9,9% entre 25 y 54 años y un 7,5% en los mayores de 55. Por otra parte, los hogares con todos sus miembros en paro se redujeron un 10,3% en el segundo trimestre, hasta situarse en 1.113.100, su cifra más baja desde el primer trimestre de 2009.