La innovación se ha convertido en una palabra clave a la hora de hablar del éxito para una ciudad. Las grandes compañías salen en la búsqueda -si es preciso, fuera de sus fronteras- de centros de operaciones con talento para la innovación.

Entre los inversores inmobiliarios, gran parte de los gestores de cartera han empezado a apuntar explícitamente a ciudades con un marcado sistema innovador. Mientras tanto, los gobiernos locales se fijan en distritos de este tipo como zonas de ampliación para un crecimiento sostenido en el largo plazo para el futuro de las ciudades inteligentes.

En este contexto no es de sorprender que la tecnología, la innovación y la inteligencia sean el núcleo del debate sobre el futuro de nuestras urbes. Un estudio de JLL muestra que los ecosistemas innovadores y las estrategias de talento especializado dentro de las ciudades son claves para impulsar la productividad, estimular el crecimiento económico e incrementar los estándares de habitabilidad.

En este contexto no es de sorprender que la tecnología, la innovación y las soluciones de inteligencia sean el núcleo del debate sobre el futuro de nuestras urbes. Un estudio de JLL muestra que los ecosistemas innovadores y las estrategias de talento especializado dentro de las ciudades son claves para impulsar la productividad, estimular el crecimiento económico e incrementar los estándares de habitabilidad.

En el informe Geografías de Innovación, JLL ha asesorado más de 100 ciudades a lo largo del mundo para identificar aquellas con sistemas de innovación y emprendimiento más sólidos.

El ranking de las ciudades más innovadoras muestra un claro liderazgo de San Francisco, ya que concentra al mayor número de startups, aunque es la única ciudad americana en el top 5, que se extiende por Asia y Europa para acoger a Tokio, Singapur, Pekín y Londres.

En el caso de China, es notable la evolución de su capital para generar un entorno apto para la innovación en poco tiempo. Es, a día de hoy, la segunda ciudad con más startups, tras Silicon Valley y se posiciona como el tercer destino mundial para capital de riesgo.

Shanghai y Shenzhen también se han colado en el top 20, subrayando así la ascendencia de las principales ciudades chinas como lugares de innovación. Shenzhen es el hogar de un nuevo tipo de compañías tecnológicas competitivas que atrae talento de todo el continente. Es destacable que la ciudad tiene la mayor proporción a nivel global de la llamada "sala de máquinas", es decir, la población entre los 20 y los 40 años.

Mientras tanto, en Europa, a Londres y París se les suman un buen número de tamaño medio, que siguen creando una reputación mundial para la innovación y el talento. El cuarteto de Munich, Berlín, Ámsterdam y Estocolmo destaca sobre el resto, con especial relevancia de Berlín, como zona de especial actividad para nómadas digitales de toda Europa.

Las ciudades de Estados Unidos, Europa y Australia encabezaon los rankings globales por concentración de talento. Londres ocupa la primera posición por la calidad y especialización de los perfiles, con el mayor porcentaje de personas con grado universitario en comparación con cualquier otra ciudad.

Sin embargo, con algunas de las universidades mejor valoradas en torno a Boston y el área metropolitana de la bahía de San Francisco, las ciudades de Estados Unidos copan los primeros puestos. Washington, tercera en la lista global de talento, destaca por tener una de las mayores proporciones de gente trabajando en un entorno de innovación económica. Quizá no sorprenda que Amazon escogiera esta ciudad para establecer su segunda sede.

Austin, en Tejas, es otra ciudad estadounidense que puntúa por encima de lo previsible en una escala mundial, con una población en crecimiento, joven y con un alto nivel educativo. Es conocida por tener una economía creativa y calidad de vida y ahora cosecha una próspera cultura de emprendimiento, imán para compañías tecnológicas de alcance mundial como Apple.

Dejando de lado América y Europa, las ciudades australianas de Sídney y Melbourne consiguen el 7º y 10º puesto en el top 10 de ciudades con mayor talento. El atractivo estilo de vida ofrecido por estas dos metrópolis costeras ha contribuido a conseguir una demografía consolidada que, al combinarla con una infraestructura universitaria robusta, las convierte en firmes contendientes en la guerra global por el talento.