El euríbor a un año acaba de superar una cota psicológica en su evolución diaria durante el mes de septiembre. Hablamos de un 2% que se alcanzaba el pasado 9 de septiembre. Indica a las claras, que la evolución prevista por los expertos ha quedado atrás y, aunque hay que esperar a la media mensual, […]
NacionalDirigentes Digital
| 14 sep 2022
El euríbor a un año acaba de superar una cota psicológica en su evolución diaria durante el mes de septiembre. Hablamos de un 2% que se alcanzaba el pasado 9 de septiembre. Indica a las claras, que la evolución prevista por los expertos ha quedado atrás y, aunque hay que esperar a la media mensual, lo cierto es que la velocidad del incremento en el principal indicador que se utiliza en España para conceder los préstamos hipotecarios se muestra exponencial.
Más de cuatro millones de hipotecas toman como referencia el euríbor en nuestro país y ya saben que, cuando toque revisar sus pagos, el incremento en sus cuotas será importante, como ha ocurrido en agosto, con el encarecimiento de 925 euros anuales más de media para hipotecas de hasta 100.000 euros, unos 77 más a pagar al mes. Pero nos preguntamos cuál es el efecto, hasta ahora, que se produce en el mercado de la vivienda.
Dos de los principales portales inmobiliarios españoles cuantifican, en el mismo porcentaje, la subida de los precios de la vivienda de segunda mano durante agosto. Desde Fotocasa, establecen que el incremento en el mes alcanza el 1,4% y, en tasa interanual, el repunte llega al 5,2%. Se trata, señalan, del incremento más elevado de los últimos tres años, con precio medio para el metro cuadrado es de 1.988 euros. Y destacan que el incremento ya no es tan moderado como en los últimos meses.
En el caso de Pisos.com, cifran ese mismo incremento en un 5,2% también frente a agosto de 2021 y una subida del 0,95% mensual. Aunque en este caso ya aducen que el mayor encarecimiento de los préstamos, ante la subida de los tipos y su reflejo en el euríbor, ralentizará la compraventa y las hipotecas.
Solo cambia el sesgo si nos fijamos en el índice que elabora la sociedad de tasación Tinsa en agosto: destacan que el precio de la vivienda ha bajado por primera vez en un año, un 0,8%, aunque el metro cuadrado se mantiene en máximos de 10 años. Y avisan: el precio volverá a subir en lo que queda de 2022.
Puede parecer una contradicción, pero hay factores, como ocurre con el consumo, que puede estar ralentizando la menor fuerza esperada del mercado inmobiliario en el caso de particulares. Y es que los efectos del encarecimiento, aunque elevados, solo acaban de empezar, y podrían diferirse, cuando de verdad se encarezcan tanto las condiciones como la concesión de créditos en mayor medida, así como la cuantía de esos créditos hipotecarios. De ahí que las subidas, se sigan produciendo todavía.
Aunque las cifras que proporciona Estadística respecto a los créditos para la compra de una vivienda solo alcancen, hasta la fecha, el mes de junio, ya nos dan una idea de la tendencia que se está produciendo. Y de facto, al menos frente al pasado año, pierde fuerza, tanto mensual, como interanual.
Los crecimientos en todo un ejercicio se cifraban en el 41% el pasado año en junio, aunque la comparativa nos llevaba al ejercicio precedente, el de la pandemia. Ahora, aun siendo abultado, se ralentiza: hablamos de un aumento interanual de las hipotecas para la compra de vivienda del 12%. Y lo que es más importante, hay caída mensual superior al 3,2% frente a la subida del 7,8% de junio de 2021.
Baja también el montante total del capital prestado en el mes, un 4,3% y de la misma forma el importe medio un 1,2%, a pesar de que las subidas siguen siendo importantes si se mide el último año.
Por tanto, a pesar de que se mantiene el incremento de los precios, la constitución de hipotecas reduce su avance mensual conforme los datos del euríbor evolucionan al alza. También el total del dinero que se pide para sufragar la compra y el importe medio a pagar por cada una de ellas. Es posible que la llegada de una recesión, sea como fuere su profundidad, cambie el sesgo del mercado de la vivienda en España.