Ampliar los horizontes de una empresa es un proceso que requiere fortaleza y saber cómo actuar para reducir los posibles riesgos. Una compañía que desarrolla su actividad a nivel internacional debe tener presentes los aspectos políticos, económicos así como los culturales del propio país al cual se quiera lanzar.

Tradicionalmente, a la hora de ampliar fronteras, las empresas españolas buscaban mercados sólidos en Europa y Estados Unidos, una tendencia global que ha cambiado últimamente. Los países emergentes de Asia y Latinoamérica son lugares llenos de oportunidades de tener éxito puesto que son mercados que aún no se han consolidado. Se convierte en una ventaja competitiva. No obstante, se requiere hacer un análisis del país de destino. Así lo indica la empresa especializada en servicios de pago, AFEX, que destaca varios aspectos importantes.

IDEA ATRACTIVA

Los productos o servicios que oferta la empresa deben tener interés para el país de destino y cubrir una necesidad real. Si esta necesidad no está satisfecha hay que analizar a la competencia para ver qué valor brindan y descubrir la estructura de distribución y comercial de la zona.

CULTURA DIFERENTE

Al apostar por expandir un negocio no hay que olvidar que se entra a otros países con una cultura diferente lo que puede suponer un obstáculo o favorecer las operaciones. Desde AFEX recomiendan hacer contactos y crear una estrategia interna para establecer conexiones entre los trabajadores para unificar criterios.

LEGISLACIÓN

Al ser diferente en cada país es importante conocer las leyes vigentes y obtener las certificaciones necesarias para evitar retrasos burocráticos que paralicen la expansión de la compañía.

FISCALIDAD

Se debe tener un plan de gestión de riesgos y una estrategia para llevar la contabilidad, las nóminas, los impuestos y la forma de justificar las ventas y los beneficios en el nuevo país.

MANO DE OBRA Y RIESGOS EMPRESARIALES

Para que la empresa desarrolle su negocio con los estándares de calidad es necesario que el país de destino disponga de los medios técnicos y humanos necesarios. Todo ello sin olvidarse de los posibles riesgos empresariales que pueden repercutir en la rentabilidad la compañía.

LA MONEDA

Hay que atender al sistema monetario y a la fluctuación de la moneda del país, en concreto. Estos cambios pueden afectar a la cuenta de resultados y resulta interesante recibir asesoramiento para conocer las coberturas existentes y las soluciones que contrarrestan los riesgos de exposición de las empresas a la volatilidad del mercado.