Más que una tendencia, la sostenibilidad es una necesidad comprobada y consolidada en el ámbito empresarial. Tanto por los beneficios en reputación y marca como por las ganancias que se obtienen al llegar a más clientes. Por eso, que las empresas españolas sean conscientes de estas ventajas resulta fundamental para que sobrevivan y crezcan pero también para que la sostenibilidad avance en España.

Durante un coloquio organizado por la escuela de finanzas Afi, varios expertos incidieron en la importancia de que las empresas se convenzan de apostar por la sostenibilidad. En particular, Luis Aribayos destacó la relevancia de las pymes para avanzar. "Es fundamental cuando queremos implementar cualquier tipo de política y cuando hablamos del tejido productivo español", observa el secretario general de Cepyme.

De hecho, subraya el hecho de que el 94,7% de las empresas españolas tienen menos de 10 trabajadores, lo que debe tenerse en cuenta para llevar a cabo planes a escala nacional. Asimismo, Aribayos analizó la importancia del crecimiento empresarial para poder hacer frente a inversiones verdes.

En esa línea, el secretario general de Cepyme habla de "concienciar acerca de la oportunidad y el reto que supone este tema". En ese sentido, diferencia entre un punto de vista positivo y otro negativo. Por un lado, la dificultad que existe para que inviertan, dado que existe "un problema de solvencia de buena parte del tejido productivo español". Por otro lado, representa la posibilidad de crecer utilizando como ancla la sostenibilidad.

Con todo, aclara que el hecho de que las pymes muestren "desconocimiento de los ODS no implica que las pymes no estén mejorando en sostenibilidad". Así, Aribayos cree que "están mejorando" y que las pymes invierten en I+D "pero no lo comunica nadie".

De otro lado, los fondos europeos suponen una oportunidad para ayudar a las empresas, con la dificultad de que "tiene que llegar al conjunto del tejido productivo". Dicho de otra forma, que las pequeñas empresas sean el centro del plan, lo que "no quiere decir que sea en detrimento de la gran empresa". Además, desde Cepyme piden "una normativa simple" que ayude a adaptar el funcionamiento de las empresas.

Otro de los ponentes, Juan Carlos Delrieu, director de Estrategia y Sostenibilidad de la AEB y portavoz de Finresp, alertó de que el escepticismo sobre el cumplimiento de los objetivos es infundado. "La mayoría de los compromisos son auditables, exigen trazabilidad y tienen un impacto sobre la reputación y la confianza, y el coste de capital", aclaró Delrieu.

Como representante del sector financiero, cree que el papel de dicho sector es "trabajar al servicio de la economía real y conectar las finanzas con el servicio a la sociedad a las empresas". Eso se ha manifestado en el hecho de que "la mayoría de los bancos europeos" se están centrando en acciones por el clima, eficiencia energética y un crecimiento económico sostenible e inclusivo.

Delrieu coincide con Aribayos en que "no puede haber transformación sin implicar a las pymes", aunque sea un "acierto apostar por la acción climática". Desde su punto de vista, "lo que hagan las grandes empresas no es suficiente". Por eso, considera que "hay que tener claridad sobre lo que significa la sostenibilidad", de manera que se implique a las pymes y se les facilite un "concepto suficientemente claro".

En este momento, los informes de AEB dejan claro que las pymes "están más preocupadas por los riesgos físicos" que por la sostenibilidad. De hecho, "solo el 29% consideran los riesgos de desarrollo sostenible". En cuanto a la inversión, tan solo el 23% considera invertir en proyectos energéticos, de las que el 38% lo justificaban por el ahorro de costes.

El objetivo entonces es "concienciar" a pesar de que hay "obstáculos en el camino pero también oportunidades". A continuación, Delrieu consideró que la banca tiene un papel importante en esa ruta, dado que "la hipoteca verde o la financiación del coche eléctrico no es que no tenga valor, pero hace falta innovar", destaca.