Los vientos de cola se apagan y el sector exterior comienza a dar síntomas de debilitamiento. Dos factores que se verán compensados por el dinamismo que vive el consumo, la inversión en empresas y el "expansivo" gasto público que permitirán al PIB cerrar el año con un avance del 2,6%. Sin embargo, se trata de un crecimiento desigual que afectará de manera heterogénea en España.

Así, atendiendo a las previsiones que Funcas ha presentado este martes, solamente siete comunidades autónomas acelerarán o mantendrán el ritmo de crecimiento con respecto a 2017. Se trata de País Vasco (3,3%), Galicia (+3,1%), Cantabria (+3,1%), Madrid (+3%), Navarra (+2,8%), Castilla y León (+2,7%) y Castilla-La Mancha (+2,6%), impulsada en estos dos últimos casos por la recuperación de la actividad agrícola. Por su parte, en Extremadura se mantiene en el 2,4%.

En el lado opuesto destacan Cataluña, que crecerá este año nueve décimas menos que el año anterior, hasta el 2,4% a raíz de la pérdida de impulso del sector industrial y la obra residencial, entre otros. No ocurrirá así con el mercado laboral, ya que se situará en el 11,3% el mes que viene, alcanzando el 10% a finales de 2019. Le sigue Comunidad Valenciana que moderará su PIB hasta el 2,3% a causa del debilitamiento del sector servicios y la menor entrada de turistas.

Según las previsiones de Funcas, Asturias será junto a Murcia las dos únicas comunidades que no alcanzarán su nivel de PIB real anterior de la crisis a cierre de la década. En concreto, este ejercicio su actividad experimentarán avances del 2,5% y del 2,8%, respectivamente, al tiempo que Aragón lo hará un 2,8% y Andalucía otro 2,5%.

En último lugar se encuentran Islas Baleares (+2,2%), Islas Canarias (+2,1%) y La Rioja (+1,9%). "El creciente peso de la demanda interna y el decreciente peso del sector exterior no son sostenibles, particularmente en un país con una deuda pública tan elevada", señala el director general de Funcas, Carlos Ocaña.

El experto ha matizado que si bien los vientos de cola se mantienen favorables hasta la fecha frente al debilitamiento del sector exterior es conveniente analizar la composición del crecimiento para determinar si éste es sostenible. Pues mientras que las comunidades más dinámicas se caracterizan por un sector industrial diversificado y unos servicios de mercado competitivos, industrias como la turística -que en los últimos años han ido ganado peso en la composición del PIB- han afectado enormemente a algunas regiones. Circunstancias que dibujan un escenario polarizado con comunidades donde la escasez de mano de obra se convertirá en un problema en un horizonte no tan lejano y otras donde la tasa de paro aún alcanza el 20%.