En un país como España, donde la industria turística ha explotado todo su potencial en los últimos nueve años, batiendo récord tras récord, el segmento de los cruceros ha sabido aprovechar los vientos de cola y hacerse un hueco. Solamente en 2017 un total de 6,7 millones de cruceristas visitaron España y alrededor de 1,5 millones de pasajeros embarcaron desde puertos españoles, un 12% más que en 2016.

Una cifras que le sitúan como segundo destino turístico europeo de cruceros con Barcelona por bandera. La ciudad condal acaparó 2,7 millones de usuarios el pasado año, un 2% más con respecto al año anterior. Le siguen los puertos de Baleares con 2,1 millones de personas y Las Palmas con 1,23 millones.

A nivel nacional, en términos económicos, esto se traduce en una contribución directa de 1.480 millones de euros y 4.252 millones de aportación total, incluyendo efectos indirectos e inducidos, mientras que en Europa asciende a 47.800 millones de euros. Asimismo, la cartera de pedidos sigue creciendo con 24 nuevos buques para el año que viene y hasta un total de 112 que entrarán en servicio hasta 2027.

Este es el marco bajo el que tendrá lugar el International Cruise Summit en Madrid. Entre el 27 y el 28 de noviembre, directivos y ejecutivos internacionales de navieras, agentes de viajes, autoridades portuarias, así como proveedores y expertos del sector estarán presentes en este evento que cumple su octava edición.

El hotel Meliá Castilla de Madrid ha sido el lugar escogido para esta cita que también contará con la participación de Norwegian Cruise Line, Pullmantur, Silversea, Royal Caribbean o Fred Olsen, entre otros.

Los retos y oportunidades del sector, la expansión de la capacidad, flota y su gestión en las terminales portuarias, la sostenibilidad de la industria o la realidad virtual serán los temas que tratarán en las mesas redondas. Como novedad, este año el programa cuenta con la participación de la ONG SOS Méditerranée, donde tendrá la oportunidad de mostrar la labor humanitaria que desempeña en el Mediterráneo.