Mucho se habla de la importancia de un mundo digitalizado, sin embargo, existe un poder muy superior que, en consonancia con la digitalización, resulta ser el tándem perfecto para el futuro: la educación.

Seleccionado para ser futura empresa unicornio, ansiada categoría y reconocimiento para cualquier empresa con base tecnológica, hemos podido hablar con el CEO de la plataforma digital ODILO, la EdTech con más futuro (y presente) de nuestro país. Rodrigo Rodríguez lo tiene claro en cuanto al momento de cambios constantes en el que nos encontramos, pero siempre, valorando por encima de todo la educación como arma para cambiar el mundo.

Dirigentes. Somos miembros de un momento de continua evolución, digitalización y creación de startups, sin embargo, no todas alcanzan su objetivo. ¿Qué diferencia a ODILO del resto para que haya alcanzado el éxito?

Rodrigo Rodríguez. En primer lugar, algo que nos ha caracterizado especialmente en nuestros diez años de historia es nuestra capacidad de iterar y cambiar. Hemos ido detectando nuevas oportunidades y necesidades, y no hemos tenido miedo de cambiar nuestra propuesta o modelo de negocio en consecuencia. Es difícil no temer al cambio; en el sector emprendedor es común encontrar profesionales enamorados de una idea que no son capaces de modificarla. La evolución y el paso adelante están en el cambio, en la capacidad de virar el rumbo, modificar, reescribir.

En segundo lugar, hemos trabajado siempre sin miedo al fallo. El error es necesario para el éxito. Nos hemos lanzado a probar aun a riesgo de equivocarnos (¡y nos hemos equivocado mucho!) y de esos errores hemos sacado un aprendizaje tremendamente valioso.

D. ¿Qué necesita una startup o EdTech para hacerse un hueco en España?

R.R. España está llena de oportunidades para el emprendimiento. Tenemos dos ciudades, Barcelona y Madrid, en el top 10 de ciudades para emprender en Europa (fuente: EUStartups) y, según el Informe Mundial GEM, estamos a la cabeza del emprendimiento femenino en Europa. Nuestras startups son resistentes y saben escalar sus modelos de negocio, crecer e internacionalizarse. Nos falta fomentar aún más el espíritu emprendedor, que cada año nazcan aún más startups que vengan a enriquecer nuestro ecosistema. Pero para hacerse un hueco en España, una startup no tiene más que extender la mano, acudir a los diferentes espacios que existen, que son muchos, para ayudar e impulsar su propuesta.

D. ¿Qué impulsó la creación de la EdTech ?

R.R. Nos pasó algo que ocurre pocas veces: descubrimos que nadie estaba haciendo algo que nosotros sí podíamos hacer. ODILO nació en Cartagena como una biblioteca digital, pero pronto nos dimos cuenta de que podíamos tener un impacto mucho mayor en el sector del aprendizaje y sabíamos que queríamos usar la tecnología para mejorar la educación. Teníamos el software, los acuerdos con proveedores, los contenidos y la ilusión por fomentar un aprendizaje accesible para todos. Así fue como nos convertimos en EdTech y nos lanzamos a crear la experiencia educativa única que son nuestros Ecosistemas de Aprendizaje Ilimitado.

D. La educación es la base de cualquier sociedad. ¿Podría ser ODILO la solución para muchas economías tercermundistas?

R.R. Podría ser, sin duda, una parte de la solución. Si las economías subdesarrolladas apuestan por una infraestructura que permita soluciones digitales como la nuestra, nosotros podemos hacer todo lo demás: podemos formar al profesorado y dotar a los centros escolares, públicos y privados, de todos los contenidos y experiencias colaborativas que sean necesarios para agilizar y ampliar el alcance de la educación en la sociedad. Ya trabajamos con Ministerios de Educación en todo el mundo y, recientemente, hemos arrancado un proyecto con el Ministerio de Educación de Costa de Marfil en colaboración con Microsoft, Huawei y K12Net, para construir un motor (físico, con la conectividad, infraestructura y hardware necesarios, y digital, con un Ecosistema de ODILO) que impulse el aprendizaje y fomente la lectura en sus centros escolares.

D. ODILO apuesta por una formación pensada para cualquier target. ¿A qué perfiles llega esta “educación a medida”?

R.R. En ODILO creamos ecosistemas de aprendizaje ilimitados para colegios, universidades, escuelas de negocios y empresas de todos los sectores, de tal forma que estas entidades puedan ofrecer acceso a sus miembros. Por lo tanto, este aprendizaje llega a todo tipo de perfiles: desde un estudiante de primaria en Chile, hasta un empleado de Nestlé o un directivo de Banco Santander en España, pasando por un empleado internacional de Cabify o un estudiante universitario del MIT.

Por poner un ejemplo de nuestro alcance, un Ecosistema de Aprendizaje Ilimitado para un colegio privado tiene como usuarios a alumnos de diferentes edades, pero, habitualmente, también ofrece formación y aprendizaje para profesores con contenidos y experiencias de su interés para seguir formándose en diferentes capacidades; también incluyen formación y aprendizaje para padres, muchas veces en lo relacionado con la crianza pero también en otras muchas materias. Tenemos los contenidos y la capacidad para llegar a todos los usuarios que tengan necesidad o interés por aprender sobre cualquier tema.

D. ¿Puede una persona con escasos conocimientos sobre Internet acceder a la plataforma fácilmente?

R.R. Sin duda. Nuestros Ecosistemas cuentan con una plataforma digital extremadamente intuitiva y fácil de usar, que recuerda mucho a nuestras plataformas favoritas de streaming hoy en día, como Netflix o Spotify. Además, la plataforma es inteligente y aprende sobre el usuario, ofreciéndole una experiencia muy personalizada, mostrándole los contenidos que pueden ser de su interés cuando accede, lo cual facilita aún más la experiencia de aprendizaje.

D. De Cartagena al mundo entero… ¿Cuándo valoró ODILO dar el salto internacional?

R.R. Más bien fue el salto internacional el que vino a nosotros. Al cerrar acuerdos con proveedores de primer nivel, vimos que nuestras soluciones no tenían barreras y podíamos activarlas en todo el mundo. Teníamos los contenidos de los mejores proveedores en muchos idiomas, solo había que adaptar y generar las experiencias de aprendizaje necesarias y lanzarnos. Trabajamos muy duro para que cada uno de nuestros Ecosistemas sea único y se adapte al cien por cien al cliente (por eso son marca blanca, y por ello no somos tan conocidos) así que, la internacionalidad de cliente no es un obstáculo para hacer ese trabajo de personalización. Ahora estamos presentes en más de 50 países y tenemos contenido en más de 91 idiomas.

D. ¿Cuál es el perfil del trabajador de ODILO? ¿De qué sectores profesionales provienen?

R.R. Lo más importante para nosotros a la hora de formar equipo es contar con profesionales que tengan ganas de aprender y de crecer con el proyecto. La tecnología cambia muy rápido y nosotros queremos estar siempre al frente de la innovación: para conseguirlo, necesitamos un equipo curioso y que tenga mucha adaptabilidad, flexibilidad y ganas de aprender. Tenemos la suerte de contar con un equipo extremadamente multidisciplinar que cumple con todas las necesidades que se nos plantean.

D. ¿Con qué tipo de tecnología cuenta? ¿Cómo hace ODILO frente a la problemática de la ciberdelincuencia? ¿Se trabaja por la seguridad de los usuarios de la plataforma?

R.R. Para ODILO, la seguridad es una parte fundamental y desde los inicios de la compañía se ha trabajado en este aspecto. Por ello, dispone del Nivel Alto en el Esquema Nacional de Seguridad (el más alto) y tiene las siguientes certificaciones internacionales de seguridad, ISO 27017, 27018, 27001 que garantiza la seguridad de nuestros servicios.

D. Cuentan con fuertes apoyos de instituciones y gobiernos como es el caso de la Comisión Europea. ¿Piensa que educación y política deben ir de la mano?

R.R. Yo creo que quizá no deban ir de la mano, sino que la política debería estar siempre al servicio de la educación. Esta tiene que avanzar, evolucionar, amplificar su alcance y, para ello, siempre es necesario el impulso gubernamental.

D. ODILO está enfocado a colegios, universidades, empresas… ¿cuál es el perfil del usuario de la EdTech ?

R.R. Nuestros ecosistemas son marca blanca y están 100% personalizados para cada entidad, pero, además, gracias a la IA se adaptan a cada usuario. Nuestras plataformas de colegios dan servicio, también, a padres y profesores, por ejemplo. Las plataformas tienen una funcionalidad de perfilado inteligente y pueden ofrecer al usuario contenidos diferentes en función de su perfil.

D. La suscripción está a la orden del día en cualquier tipo de plataforma. ¿Cómo trabaja ODILO este nuevo tipo de esponsorización?

R.R. ODILO no ofrece servicio de suscripción a sus Ecosistemas. Al contrario, son los colegios, universidades o empresas los que contratan un Ecosistema de ODILO y ofrecen acceso gratuito a sus miembros, ya sean alumnos, estudiantes universitarios, profesores, padres, empleados… De esta forma, contribuimos a nuestra misión de crear igualdad en la educación haciéndola accesible para todos mediante contenido digital de aprendizaje de la mejor calidad.

D. ¿Cómo fideliza ODILO a sus usuarios?

R.R. Uno de los servicios que ofrecemos a nuestros clientes es el apoyo para promocionar internamente los Ecosistemas de aprendizaje y lograr un mayor engagement de los usuarios. Lo hacemos con actividades de marketing, comunicados internos, actividades en redes sociales, clubes de lectura, retos… Las propias organizaciones tienen a su alcance varias herramientas para fomentar la participación, como experiencias de aprendizaje colaborativas e interactivas que pueden ofrecer a los usuarios.

D. La digitalización evoluciona a pasos agigantados, ¿estamos ante el principio del fin de la educación tal y como la conocemos?

R.R. La educación está, y ha estado siempre, en constante evolución. La digitalización es solo un paso más, una novedad social a la que debe adaptarse y que solo va a mejorar su alcance e impacto. En el caso de los colegios, por ejemplo, los profesores siguen y seguirán siendo necesarios: la digitalización debe ponerse a su servicio, darles las herramientas para ampliar y adaptar su trabajo. En el caso del aprendizaje en las empresas, la digitalización es necesaria porque los empleados de hoy en día deben estar en constante formación para adaptarse a los constantes retos que presenta el mercado laboral. Hay que darles herramientas para hacerlo de forma sencilla, continuada y entretenida. En definitiva, la digitalización en sí misma supone un reto para el aprendizaje, pero también es la clave para que evolucione y alcance nuevas fronteras.

D. Están seleccionados para empresa unicornio y, sin embargo, ODILO ya está consolidado en el mundo de las startups de éxito y no solo de nuestro país. ¿Cuáles son las claves para llegar a semejante reconocimiento?

R.R. Tenemos mucha suerte de contar con el apoyo y el reconocimiento del ecosistema emprendedor. Efectivamente, las últimas semanas se ha hablado de ODILO como posible futuro unicornio; es un reconocimiento que llevamos con orgullo, pero también con humildad. Es un tremendo reto, pero sin duda vamos a por ello, apostando fuerte por el talento y, como comentaba anteriormente, sin miedo a equivocarnos. Lo hacemos siempre todo con espíritu emprendedor. Sea cual sea nuestro tamaño o nuestra internacionalización, no olvidamos nuestras raíces, pero tampoco perdemos de vista nuestros objetivos más ambiciosos.

D. Lo que hace unos años era impensable, ahora ya no resulta tan incongruente y son muchos los inversores que apuestan por las startups españolas. Entrar a formar parte del Ibex35. ¿Sueño o realidad tangible?

R.R. Siempre prefiero ver este tipo de retos, que tan imposibles parecen, como una realidad tangible. Si no se visualiza los objetivos, no se cumplen. Si hace diez años me hubieran dicho que la pequeña startup que creamos en nuestra Cartagena natal iba a contar con más de 200 empleados, tener sede en 6 países alrededor del mundo y trabajar con clientes en más de 50 países, hubiera sonado a sueño, sin duda. Aunque también hubiera elegido verlo como realidad tangible: en mi opinión, solo así se alcanzan los sueños.