Algo está cambiando en los organismos e instituciones españoles. Este viernes, el Consejo de Ministros ha nombrado a Margarita Delgado como subgobernadora del Banco de España. Se trata de un hecho histórico, ya que es la primera mujer en ocupar uno de los dos principales cargos del organismo supervisor desde su fundación, hace más de 200 años.

El nombramiento se produce días después de que el actual subgobernador, Javier Alonso, notificara Gobierno su renuncia al cargo a pesar de tener la posibilidad de continuar otros cuatro años. Éste ha estado al frente del BdE desde enero de 2017, cuando su predecesor, Fernando Restoy, se fuera al Instituto de Estabilidad Financiera como presidente.

Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, su nombre ya figuraba en las quiniela como número dos del BdE. Se trata de unos de los perfiles más técnicos propuestos hasta la fecha y con unos conocimientos bastante amplios sobre la institución que va a encabezar, donde desembarcó en 1988. Sin embargo, no fue hasta 1991 cuando aprobó la oposición de inspector de entidades de crédito.

Desde ese momento y durante los siguientes 15 años, Delgado desarrolló su trayectoria profesional en todos los departamentos operativos de la Dirección General de Supervisión, ocupando de manera sucesiva diferentes responsabilidades en puestos de jefa de Grupo, coordinadora ejecutiva y directora de departamento. Sin embargo, en 2014 su carrera dio un giro y se convirtió en directora general adjunta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), junto a otras cinco personas con la misma responsabilidad.

En el citado organismo, Delgado ha tenido la oportunidad de formar parte de 'DG Micro-Prudential Supervision I', órgano encargado de vigilar directamente a los mayores bancos de la zona euro, así como de identificar las 130 entidades de crédito "más significativas" en los 18 Estados de la eurozona.

La nueva subgobernadora volverá a su antigua casa, donde trabajará de manera conjunta con su superior, Pablo Hernández de Cos, durante los próximos seis años, dejando así un cargo relevante para el sector bancario nacional en el BCE y que, previsiblemente, pierda España.