El Gobierno ha prorrogado este fin de semana las medidas destinadas a mitigar los efectos de la crisis provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ya que gran parte de ellas caducan a final del mes de junio. Como gran novedad en este nuevo paquete, el Ejecutivo ha incluido una rebaja del IVA de la luz del 10% al 5%.

Atendiendo a la normativa –Decreto-ley 11/2022– aprobada el sábado, esta rebaja se aplica tanto a particulares como a empresas que tengan contratada una potencia inferior o igual a 10k, independientemente del “nivel de tensión del suministro y la modalidad de contratación”, requisito que deja fuera a la mayoría de los autónomos. 

Este colectivo sí que se podrá beneficiar de otras de las medidas nuevas que se han añadido en esta prórroga del “plan anticrisis”. Así, el Gobierno ha mantenido para los autónomos la rebaja de 20 céntimos por litro de gasolina, además de anunciar un cheque de 200 euros para aquellos “más vulnerables” y la posibilidad de aplazar el pago de cuotas de la Seguridad Social.

No es el único frente que ha abierto el Gobierno para hacer frente a la subida del precio de la luz. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó la semana pasada que el Ejecutivo está estudiando un “recargo fiscal” sobre los beneficios de las eléctricas a partir del año que viene.

La instalación de paneles fotovoltaicos, en alza por el aumento del precio de la electricidad

El aumento del precio de la luz en el último año ha hecho a muchos ciudadanos y empresarios buscar soluciones alternativas. La instalación de paneles fotovoltaicos está viviendo su época dorada. “El crecimiento es espectacular (...) de un 20% mensual”, explica Sergio Balcells, CEO de Solfy, el primer marketplace español que impulsa el autoconsumo de energía solar. “Hay 10 millones de viviendas susceptibles de tener instalaciones fotovoltaicas. Solo el 0,1% tienen instalaciones”. En Alemania, contextualiza el dirigente, este porcentaje es “100 veces” mayor que en España.

La escalada del precio de la electricidad ha hecho que los “paybacks” se reduzcan. “La instalación que antes se amortizaba en siete años, ahora se hace en cinco por la subida de precios”, afirma Sergio. Entre otros factores que hacen esta inversión atractiva se encuentran la mayor eficiencia de las placas actuales –en la actualidad, esta es superior al 20%– y la revalorización de la propiedad tras la adquisición de una instalación fotovoltaica. Además, en el caso de no consumir toda la energía producida, no se pierde. “Puedes volcar esa energía a la red, aunque las comercializadoras te compran la energía a siete céntimos y ellas la compran a 40”, puntualiza Balcells.

En cuanto a las ayudas fiscales, el dirigente aclara que “todos los ayuntamientos de España ofrecen bonificaciones”, generalmente a través de deducciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Aunque esta situación hace que el sector afronte un nuevo reto. “El precio de la instalación se está incrementando. Estamos viendo una sobredemanda y no se esperan reducciones de precio”, explica el CEO.