Ahora que 2020 es parte del pasado, todas las miradas y esperanzas están depositadas en el presente ejercicio. "Hay que pensar en la pandemia como si fuera una obra en dos actos, ahora estamos viviendo una secuela del primer acto, una continuación de los meses anteriores, dominados por la necesidad de contener el virus", reflexiona el economista jefe y director corporativo de Planificación Estratégica y de Estudios de CaixaBank, Enric Fernández, en un evento de la Asociación Española de Directivos (AED). Este primer acto ha sido protagonizado por la crisis del 2020 y las vacunas se convierten en el elemento que permitirá adentrarse en el segundo y marcar un punto de inflexión en la economía.  

Fernández considera que los primeros meses del año continuarán siendo complicados, por eso insiste en que es necesario mantener e intensificar el apoyo a los sectores más afectados, utilizar bien los fondos europeos, al tiempo que se debe prestar atención al medio plazo, planteando políticas y reformas que mejoren el potencial de crecimiento de la economía. 

En línea con lo anterior, el turismo, uno de los más golpeados por la crisis sanitaria, ha sido puesto sobre la mesa por el presidente de Afi, Emilio Ontiveros, quien considera que es el propio sector quien tiene que hacer un ejercicio de automejora. Es decir, mejorar la calidad de la oferta y de la función empresarial (mayor profesionalización y aumento de la dimensión media de estas empresas). Se muestra convencido de que todas las condiciones para que España sea potencia turística están presentes, sin embargo, hace falta aprovechar la ocasión y fortalecerse. "Para el próximo año tendremos un sector turístico de calidad superior y, por tanto, generador de mayores ingresos", asegura Ontiveros. 

El Banco de España ha planteado un crecimiento del 8,6% en 2021 en el escenario más positivo, un 6,8% en el escenario central, mientras que el más severo está en el 4,2%. "Para que el escenario intermedio se cumpla hay que empezar a pensar en el medio plazo", asegura la directora del Departamento de Economía y profesora de IESE y consejera del Banco de España, Núria Mas, y para ello habla de tres factores. Ayudar a las familias y empresas que se han visto "extremadamente" afectados por esta crisis, transformar la economía gracias a los fondos europeos y tener un plan de consolidación: "Los planes ayudan a tener credibilidad y si la tenemos, será más fácil financiar la deuda a futuro".

En cuanto al dinero que llegará de Europa, Mas recalca que "más vale gastar bien, que hacerlo rápido" y, por ello, otorga importancia al multiplicador fiscal. Es decir, cuánto retornará en la economía cada euro que se invierte en determinados proyectos.

La idea de Mas ha sido recogida por Enric Fernández, quien ha expresado que la clave será equilibrar estos dos objetivos. "Los fondos tienen que servir para apuntalar la actividad económica en el corto plazo, pero a la vez, mejorar el potencial de crecimiento y la productividad de la economía en el medio y largo plazo". Considera que proyectos de estas características podrían consistir en invertir en la infraestructura digital de la educación, de la sanidad, del despliegue de redes 5G para fomentar la actividad económica en las zonas rurales, aunque también se puede emplear este dinero para hacer "más digeribles las reformas estructurales que tienen unos costes de transición". A modo de ejemplo, habla de reformas en el mercado laboral que reduzcan la temporalidad, la formación profesional o el reciclaje de trabajadores. A lo anterior, Nuria Mas reafirma la necesidad de mejorar la formación para impulsar la "bajísima" productividad española. 

Los Fondos Europeos tienen un papel trascendental en la recuperación de España. En este sentido, Ontiveros destacó también que son el catalizador de la colaboración público-privada, tan importante a lo largo de esta pandemia, y "refuerzan asimismo el vínculo entre España y Europa, lo cual es altamente beneficioso para el país", concluye.