A comienzos de verano, muchos inversores comenzaron a preocuparse por los impagos de la deuda China. De hecho, Group LLC ya comunicó que se han producido 14 impagos de los bonos corporativos de China durante 2018. Un número sorprendentemente alto para un país que no ha visto nunca una quiebra corporativa. Además, cada vez son más bancos que evitan financiar la compra bonos. Este tipo de préstamos tocaron su punto más alto a comienzos de 2018, pero actualmente ya se encuentran en un retroceso que los sitúa en niveles de 2016.
Esta campaña bancaria de no financiar la compra de bonos está desacelerando la demanda. “A diferencia de los Estados Unidos, donde la mayoría de los compradores de bonos son fondos de inversión, individuos y sociedades de inversión. En China, los compradores, son en su mayoría, los bancos”, comentó Jason Bedford, analista de UBS.
Además, si hacemos caso a los datos de Goldman Sachs, 2018 se perfila como un año récord para los impagos de estos bonos en China. Solo durante la última semana de agosto se vivieron impagos de Neoglory Group Holding, Jilin Liyuan y Gangtain Group.
En términos puramente numéricos, el impago ya supone 91.400 millones de yuanes – unos 11.745 millones de dólares estadounidenses – esto es el 0,5% del total de los bonos corporativos en circulación a comienzos de 2018. A comienzos de 2016, la cifra de impagos era un 69,6% inferior a la actual.
Para Goldman, los inversores chinos de crédito se mantienen cautelosos debido a una serie de razones, la más importante de las cuales son las preocupaciones que subsisten en los valores por defecto. Mientras tanto, las autoridades chinas siguen decididos a empujar a través de reformas del sector financiero, a través de impulsos y prohibiciones.
Se prevé que desde el Gobierno de Xi Jinping hagan todo lo posible para evitar una oleada de impagos que haga generar un sentimiento negativo sobre las empresas nacionales. Pero sin duda, estos impagos podrían ser otro aliciente más en el mercado emergente.
2018-10-01 08:48:55