Los mercados bursátiles se han adentrado en aguas turbulentas en los últimos meses. Pero cuatro factores siguen siendo positivos para las acciones, según el estratega Peter van der Welle.
Van der Welle compara las turbulencias del mercado bursátil con una ‘trasluchada china’ – el repentino vuelco de un barco, a menudo por un cambio en la velocidad del viento. Sin embargo, la embarcación de los inversores puede volver a enderezarse gracias al cambio de política de la Fed, la reducción de la incertidumbre política, el punto de inflexión en el que se encuentra la economía mundial, y unos múltiplos de valoración del mercado bursátil inferiores.
“Ha sido todo menos una navegación tranquila para los mercados financieros, últimamente. Pese a que los beneficios empresariales han seguido creciendo, los activos de riesgo han avanzado poco en lo que va de año, mientras que los inversores se enfrentaban a fuertes vientos en contra”, explica van der Welle, estratega de Robeco Investment Solutions.
“Estos van desde las escaramuzas comerciales entre China y EE.UU., algunas malas sorpresas en cuanto al crecimiento económico y la adopción por la Fed de una política monetaria cada vez más neutral, hasta el enfrentamiento entre la UE e Italia sobre el déficit italiano, la entrada del proceso del Brexit en una fase crítica, y el repentino hundimiento de los precios del petróleo. Este último refuerza el temor a una deceleración de la demanda agregada mundial.”
“Como resultado, los rendimientos del mercado mundial de renta variable en moneda local son tan solo de 0,5%, en lo que va de año a final de noviembre. Para más inri, incluso el oro, activo tradicionalmente considerado un refugio seguro, no ha podido brillar durante la reciente turbulencia, y ha perdido un 7,2% en dólares estadounidenses en lo que va de año. La marea monetaria global está bajando, y los tipos de interés reales (el coste de oportunidad de poseer oro) ha aumentado ante la reducción del exceso de liquidez.”
La política de la Fed endereza el barco
Van der Welle afirma que para los inversores la cuestión pendiente es cómo se corregirá este vuelco de los mercados financieros. “¿Podrán los inversores salvar en última instancia sus barcos? Algunos pocos indicios apuntan a que podrían hacerlo”, puntualiza.
“En primer lugar, los recientes comentarios del Presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, según los cuales el tipo oficial del banco central podría estar ‘justo por debajo’ del rango de proyecciones de tipo neutral de los miembros del consejo de la Fed, pueden entenderse como un reconocimiento de que nos estamos acercando de un punto de inflexión.”
“Sin embargo, los inversores no tienen que temer los puntos de inflexión, pues una ralentización del crecimiento no tiene nada que ver con una autentica contracción. Este presunto cambio de tono de la Fed no excluye subidas de tipos en el futuro. Como mucho, significa que las trabas, para seguir con la constante subida de tipos de 25 pb cada trimestre, se hacen cada vez más difíciles de superar, a medida que las subidas previas empiezan a enfriar la demanda agregada y la inflación subyacente.”
“Además, la Fed nunca ha concluido un ciclo de subidas sin elevar el tipo oficial real hasta el 2%, desde la Segunda Guerra Mundial. Esta vez podría ser diferente, pero con unos tipos de interés reales estadounidenses todavía atascados en torno al nivel extraordinariamente reducido del 0,25%, es prematuro pensar que la Fed ha terminado sus subidas para este ciclo. Las subidas de tipos de la Fed futuras probablemente superarán el ritmo que actualmente descuenta el mercado de futuros, que es actualmente de una única subida de 25 pb en 2019.”
Lo peor podría haber quedado atrás
Por otra parte, es posible que la incertidumbre geopolítica y de política económica haya tocado máximos y que hayamos pasado lo peor, señala Van der Welle. “Quizás las conversaciones entre EE.UU. y China, al margen de la reciente cumbre del G20, no se hayan plasmado en un gran acuerdo, pero al menos han dado lugar a un prometedor armisticio de 90 días en la guerra comercial”, explica. “El gobierno italiano ha emitido las primeras señales conciliatorias en cuanto a las exigencias presupuestarias formuladas por la Comisión Europea, indicando que podría revisar su déficit presupuestario por debajo del 2% del PIB.”
“La menor incertidumbre de la política económica debería requerir menores primas de riesgo ex-ante en los mercados financieros, y podría aflorar parte del valor creado en el reciente hundimiento del mercado. En especial, ese podría ser el caso de los activos de mercados emergentes.”
“Los inversores se han vuelto pesimistas, y el indicador alcista-bajista de inversores minoristas estadounidenses es bajista en la actualidad. A menudo, eso ha servido de señal contraria para los mercados”.
“Hay que tomarse en serio las señales que merman la confianza, como la reciente inversión de la curva de rendimientos estadounidense entre tres y cinco años. Pero hay que tener en cuenta que, históricamente, las recesiones suelen manifestarse con un retraso considerable (de 17 meses de media) después de la inversión completa de la parte más importante de la curva, entre dos y diez años, cosa que todavía no ha sucedido.”
2018-12-14 08:51:00