2018: el principio del fin de la expansión monetaria

Jim Leaviss, jefe de renta fija minorista de M&G, ha desgranado las claves del sector en nuevo artículo, en el que deja claro que el pasado año, 2018, ha sido el “principio del fin del experimento de la expansión cuantitativa global”. Tras la crisis de 2008, en el que el sector bancario vivió su peor debacle, los bancos centrales comenzaron a comprar sus propios bonos gubernamentales de forma masiva para poder afrontar la crisis de deuda.

“La eficacia de dichos programas ha sido ampliamente debatida, pero la mayoría de los documentos académicos coinciden en que comprar bonos soberanos provocó una caída de las rentabilidades (TIR), generando un efecto de «reequilibrio de carteras» que llevó a los inversores a recurrir a los activos de mayor riesgo en busca de ingresos.”, asegura Leaviss.

En el Reino Unido, los inversores en Gilts vendieron sus bonos de gobierno al Banco de Inglaterra y, en su lugar, compraron bonos corporativos de alta calidad; de forma similar, los gestores de fondos de crédito añadieron bonos high yield a sus carteras, mientras que los inversores en high yield bajaron un escalón, de la deuda con calificación BB a B.

Este cambio provocó una inflación global en los precios de todos los activos, desde las acciones hasta las obras de arte. Los bancos centrales, “consideraron esto como un efecto secundario conocido y necesario, ya que la inflación y el crecimiento económico también aumentaron a causa de la reducción de los costes de financiación y del pago de la deuda, lo que benefició a todo el mundo; si bien algunos sostienen que la expansión cuantitativa influyó en el auge de la inestabilidad política.”, añade el jefe de renta fija minorista de M&G.

Sin embargo, durante 2018 se ha visto como las rentabilidades de los bonos soberanos han empezado a subir, especialmente en Estados Unidos. En Europa lo harán a partir de ese año presente, tras el fin del QE. “Esto ha provocado que los llamados «turistas de rentabilidades» en las clases de activos de mayor rentabilidad hayan empezado a ascender por la curva de calidad, empujando al alza las primas de riesgo, elevando los costes de endeudamiento y rebajando el precio de los activos de riesgo.”, explica Jim Leaviss.

Lo que queda patente es que, 2018 ha sido el principio del fin de la expansión monetaria y que estamos adentrándonos en un camino de normalización. “Tememos que la gente corriente pueda empezar a sentir pronto el daño del endurecimiento cuantitativo, igual que los mercados financieros han empezado a notarlo este año. Pero primero una buena noticia: la mayoría de los emisores de deuda corporativa aprovecharon los tipos de interés generalmente bajos para tomar dinero prestado de forma muy barata y con vencimientos a largo plazo. Esto significa que no tenemos que preocuparnos demasiado por una inminente «oleada» de bonos corporativos que vencen, ya que las compañías han prorrogado los vencimientos de la deuda, retrasando el momento en que buscan capital para refinanciar su deuda, normalmente con unos intereses mucho más altos. Además, de acuerdo con el presidente de la Fed, Jerome Powell, los tipos podrían estar muy cerca de sus máximos de ciclo.”, concluye el experto.

2018-12-27 11:11:59

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