Lo que está en cuestión es que se declare nula la prórroga de la concesión sobre los terrenos en los que se ubica su fábrica de pasta de celulosa en Pontevedra. Una prórroga de 60 años concedida en 2016 por el ejecutivo anterior y en cuya defensa Ence señala que va a agotar todas las vías legales. Pese a ello, la compañía ha echado números y se los ha presentado al mercado.
185 millones máximos de impacto
La papelera presidida por Juan Luis Arregui ha cifrado en unos 185 millones el impacto del, a su juicio, improbable cese de actividad de la planta de Pontevedra. De esta cantidad, 74 millones tendrían efecto en caja (43 millones por actuaciones de desmantelamiento, 16 millones por la cancelación de contratos en vigor y 15 millones por el coste de un expediente de regulación de empleo de extinción total). Los otros 111 millones no tendrían efecto en caja porque corresponderían al deterioro del activo, como subraya Araceli de Frutos EAFI, asesora del fondo Alhaja Inversiones, que tiene en cartera a Ence. “Nosotros no hemos vendido la posición porque creemos que el castigo ha sido más que considerable y ha dejado al valor en tan solo una semana en niveles no vistos desde febrero de 2018”, asegura. “En los niveles actuales estaría descontado el peor de los escenarios, es decir, que se paralice ya la planta de Pontevedra”. De Frutos confía en que se imponga el escenario neutral: que Ence se mantenga en Pontevedra hasta agotar el plazo de 75 años iniciado en 1958, esto es, hasta 2033.
La asesora del fondo Alhaja Inversiones destaca la fortaleza del balance de la compañía y su bajo endeudamiento. Cree que esto, “unido a los altos precios de la celulosa previstos para los próximos ejercicios, le van a permitir hacer frente a la situación reformulando su plan estratégico sin renunciar a sus objetivos”, subraya. De hecho, el ratio Deuda Neta/EBITDA está en torno a 1 vez, del que la división de celulosa representa 0,6 veces y 2,5 veces Deuda Neta/EBITDA la de energía. Además, destaca el compromiso de la compañía con el dividendo.
La alternativa de la planta de Navia
Por su parte, Juan Gómez Bada, director de inversiones de Avantage Capital, recuerda que todas las empresas se enfrentan a dificultades y amenazas en sus negocios que tienen que gestionar. El fondo que asesora, Avantage Fund, tiene Ence en cartera y mantiene la posición porque, entre otras cosas, “confío en la capacidad del equipo gestor, cuyos intereses están muy alineados con los de los accionistas”. “En el supuesto de que se decida ya un cierre de Pontevedra, dado que hay una responsabilidad del gobierno, lo lógico sería que se llegase a algún acuerdo o solución entre las partes”, asegura. Entre tanto, Ence daría la batalla legal e intentaría minimizar los impactos. Por ejemplo, “tiene la planta de Navia (Asturias) para reorganizarse y podría convertir esta dificultad en una oportunidad de quedarse con una sola planta mucho más grande”, subraya.
¿Qué surgiere el gráfico del valor?
Tras el castigo de la compañía en bolsa y si se compara la cotización actual de Ence con los resultados que genera, la acción cotiza barata, a juicio de Juan Gómez Bada. “Lo que hay que vigilar a partir de ahora es qué beneficio puede generar mañana”, destaca.
Desde el punto de vista técnico, no hay que olvidar que la compañía venía de registrar un 2017 espectacular, de fuertes subidas. De hecho, Alberto Iturralde, responsable de DiasdeBolsa.com, recuerda que “Ence había subido desde octubre de 2016 hasta septiembre de 2018 un 450 por ciento (desde los 1,64 hasta los 8,86 euros). Una vez hecho esto empezó a ponerse muy de moda, ha entrado en el Ibex 35 y lo que ha hecho el valor es girar a la baja con gran velocidad”, señala. De hecho, subraya que “la papelera históricamente tiene un tipo de giro a la baja muy violento” y que lo normal ahora es que le toque caer más. “Estará bajista hasta que claudiquen los que se han quedado enganchados y hasta que los inversores se olviden la compañía”. Iturralde sitúa la corrección del valor en los próximos meses, desde el punto de vista técnico, hasta zonas de 2,80 euros, cuando ahora mismo está dos euros por encima. Es consciente de que se trata de niveles muy llamativos pero asegura que la compañía ya ha realizado movimientos de este tipo con anterioridad. “Entre 2007 y 2009 llegó a caer un 84 por ciento después de haber subido otro 450 por ciento”. Por todos estos antecedentes, recomienda tener mucho ojo con el valor.
2019-03-25 09:25:26