Había mucha expectación por escuchar las palabras de Mario Draghi este miércoles en una conferencia en Franckfort. Está en una posición complicada porque tiene la tarea de parecer confiado en el contexto del crecimiento interno, al tiempo que sigue destacando las preocupaciones que empujaron al BCE a retrasar la subida de tipos prevista para este año. “La debilidad de los datos recientes, como el PMI manufacturero alemán, ha pesado claramente en el tono de Draghi, que es moderado y cada vez más cauteloso sobre las perspectivas”, asegura Mohammed Kazmi, Portfolio Manager & Macro Strategist de Union Bancaire Privée (UBP).
Los factores característicos que desaceleran la economía parecen haberse vuelto más persistentes. “Esto indica que es poco probable que veamos una reversión significativa en los rendimientos del Bund en el corto plazo, mientras esperamos que los datos se recuperen”, destaca Kazmi.
Sugiere posibles nuevas medidas
El presidente del BCE no ha descartado la puesta en marcha de nuevas medidas de estímulo en caso de que las perspectivas económicas y de inflación se sigan enfriando. De hecho, ha insistido en que al organismo que preside no le faltan instrumentos para cumplir su mandato.
De momento, Draghi ha insistido en la idea de que la economía de la eurozona ha permanecido relativamente resistente y en que los impulsores de la actual expansión se mantienen, pero reconoce que el crecimiento de debilita. De ahí las últimas medidas que ha tomado el BCE.
Respecto a los precios, ha señalado que «creemos que la convergencia entre la inflación y nuestro objetivo no ha descarrilado, sino que se ha retrasado».
2019-03-27 10:16:12