Los primeros nueve meses de 2018 están siendo turbulentos en los mercados financieros. La crisis de los países emergentes, encabezada por Turquía y Argentina, ha golpeado ya no solo a aquellos fondos e inversores con inversión directa en estos territorios, sino también a empresas – en su mayoría entidades bancarias – muy expuestas a esta fuerte caída de los mercados emergentes. Por tanto, esta realidad ha tenido un efecto contagio en determinadas bolsas, que en el caso de las europeas no terminan de remontar sus números en este año.

Por otro lado, las economías europeas se están mostrando más débiles y la desconexión con el fuerte crecimiento con la bolsa americana es un hecho palpable. En el caso español, el Ibex 35 se está dejando un 9% en lo que va de año, frente al crecimiento superior al 7% que presenta la bolsa americana.

La renta fija se está comportando de manera muy compleja, ya que la mayoría de los activos de renta fija están dando rentabilidades negativas. En Estados Unidos la subida de tipos de interés a comienzos de año ha marcado el devenir del mercado y en Europa las elecciones italianas son las principales responsables de la compleja y negativa situación. En cuanto a la renta variable, lo más positivo en este 2018 está siendo el crecimiento de la bolsa americana y la subida del dólar.

Desde Abante Gestión recomiendan la diversificación de carteras para obtener una rentabilidad positiva. De hecho, la clave del buen comportamiento de sus fondos, sobre todo de los mixtos, se encuentra en la diversificación de la inversión, la poca exposición a los mercados emergentes y a la renta fija y una apuesta por la bolsa americana.

La recomendación general de Abante es apostar por carteras muy diversificadas para paliar la compleja situación del mercado, una situación similar a la que ya se dio durante 2015 y 2016. Además, abogan por ser capaces de capturar oportunidades en todo el mundo e invertir en mercados regionales con buena previsión.