El escenario en el que se mueven los mercados, a decir verdad, no es el más alentador de los últimos tiempos. Las inflaciones desbocadas, el miedo a la recesión, las tensiones geopolíticas, el incremento del precio de las materias primas, etc. provocan elevadas volatilidades en las plazas internacionales. Además, no podemos olvidar que los bancos centrales están llevando a cabo una política monetaria muy agresiva para tratar de contener la inflación, algo que desanima aún más a los inversores.
En el caso concreto de la bolsa española, el Ibex 35 incurrió en pérdidas que se situaron en el 6,5% en el mes de septiembre, el segundo peor mes en lo que va de año (después de junio: 8,5%). Y, además de encadenar su quinto trimestre consecutivo de caídas, el selectivo español ha despedido el tercer trimestre del 2022 con pérdidas acumuladas que superaron el 9%. En cuanto al balance anual, el Ibex 35 entra en pérdidas cercanas al 15%.
¿A qué coyuntura se enfrentan los mercados?
El futuro a corto plazo, no es mucho más halagüeño que la coyuntura actual. Los riesgos geopolíticos, lejos de estabilizarse, se recrudecen con el paso de los meses.
China podría empezar a sonar como nuevo riesgo en el medio plazo, ya que la crisis inmobiliaria, que parece que ha quedado fuera del foco, podría afectar a su sector financiero.
Existe un consenso, cada vez más extendido, sobre revisar a la baja las previsiones de crecimiento para lo que queda de año y para 2023.
Según los analistas macro de AXA Investment managers, la proyección del PIB para la eurozona en 2023 será menor del pronóstico actual, a pesar de su revisión y reducción del 1,2 %. Además, apuestan por la permanencia de inflaciones elevadas para el próximo ejercicio.
Los datos macroeconómicos que se vayan publicando, pueden ser reveladores y, por supuesto, la inflación será el foco de atención y no va a ceder, pero podría estar cerca de alcanzar picos.
El precio del crudo tenderá a la estabilización por una menor demanda, tras el ajuste de producción de la OPEP+.
Los bancos centrales continuarán con sus políticas monetarias agresivas e incrementarán los tipos hasta el 4,5 o 5% en el caso de la Fed.
¿Qué movimientos podemos esperar?
Según aporta, Yves Bonzon (CIO del banco privado suizo Julius Baer, los pésimos resultados obtenidos por los mercados de capitales en septiembre son una prueba más de que la contracción de la liquidez mundial está empezando a ser muy dura. En términos interanuales, la oferta monetaria mundial se ha reducido hasta el -4,2%, el mayor descenso de este indicador de liquidez que se haya registrado.
El estratega de iBroker, Antonio Castelo, ha explicado en una entrevista para Dirigentes, que las caídas en la renta variable podrían continuar ya que todavía no se ha cotizado el “recorte de los beneficios empresariales” que se esperan para el último trimestre del año.
La actual campaña de publicación de resultados va a ser “muy importante”, ha añadido. Es muy posible que las empresas rebajen sus guías para 2022 y para 2023 y que los analistas revisen a la baja sus previsiones de resultados, “por lo que las bolsas todavía no han alcanzado un nivel de valoración adecuado para ver oportunidades de entrada”.
Castelo además, añade que “el recorte acusado de los beneficios podría ser el catalizador que está esperando la renta variable para buscar el mínimo de esta crisis”.
En cuanto a la renta fija, según iBroker, lo que cabe esperar es que pueda haber más caídas de precios, aunque “no serán tan contundentes como hasta ahora”, ha afirmado. Antonio Castelo, habla de prestar especial atención a los bonos británicos y a las primas de riesgo en Italia y España y a las medidas que el BCE pueda adoptar.
En cuanto a las divisas, el dólar podría continuar con la misma fortaleza ya que los factores no van a alterarse en el corto plazo, aunque, según indica el estratega, su fuerte sobrevaloración sugiere que en las próximas semanas “empiece a confirmar señales de techo”.
Según indica el analista Rafael Ojeda, de Fortage Funds, en una entrevista para Dirigentes, “no podemos esperar un rally navideño”, con mejoras de resultados, mejoras de los beneficios por acción o de dividendos. Si suben los tipos de interés y se enfría la economía, la bolsa será “claramente bajista”. Los rebotes que se produzcan serán puntuales o responderán a las estrategias de las gestoras para coger posiciones.
2022-10-11 07:01:12