Por Fernando Gallardo, secretario del Consejo de la Alianza Hotelera
Fernando Gallardo
| 19 dic 2023
Eran los meses duros de la pandemia, los días en que el país entero estaba confinado en sus casas y para salir a la calle había que tener permiso y andar con mascarilla. La economía se había detenido. Las empresas no respiraban. El turismo no circulaba, ni por aire, ni por mar y muy dificultosamente por tierra. El coronavirus SARS-CoV-2 se había adueñado del escenario. Imperaba el silencio. La única ley de nuestras vidas.
Y, a pesar de la inacción física, un grupo de animosos hoteleros ejercitaron la acción intelectual de pensar que habría vida más allá del virus y que, por tanto, necesitaban prepararse durante ese tiempo de parálisis en la prevención de los daños causados por la pandemia, en los cambios que se intuían para la pospandemia y en la estrategia a desplegar.
En un movimiento sin precedentes en el panorama hotelero español, aquellos líderes en innovación turística y empresarial, al frente de marcas tan conocidas como Almahotels, Castilla Termal, Fontecruz Hoteles, Hospes Hotels, One Shot Hotels, Only You Hotels, Room Mate Hotels y Único Hotels acordaron reunirse bajo un mismo techo –y con mascarilla– un día de noviembre de 2020. Los objetivos eran claros: desarrollar proyectos centrados en la innovación tecnológica y la sostenibilidad, además de establecer un marco jurídico sólido para llevar a buen puerto todos aquellos proyectos colaborativos.
Con estos objetivos, la Alianza Hotelera convocó a otras reputadas cadenas hoteleras, como Anima Hotels, AZZ Hoteles, B bou Hotels, BlueBay Hotels, Cetina Ho- tels, CoolRooms Hotels, deLuna Hotels, Grupo Biblu, Hidden Away Hotels, Iberik Hoteles, MIJ Hotels, Pulitzer Hotels, SOMMOS Hoteles, Tres Reyes Hoteles y VP Hoteles, a sumarse como miembros de pleno derecho a la agrupación.
Es sabido, porque ya lo hemos subrayado antes, que el horizonte de la industria turística se está transformando de manera significativa. A medida que los viajeros persiguen experiencias personalizadas y se vuelven más exigentes con la organización de los viajes que emprenden, la Alianza Hotelera ve en la hiperpersonalización una tendencia emergente que dominará la próxima década. Esta transformación no es solo una respuesta a las expectativas cambiantes, sino también una evolución natural que abraza la tecnología y la sostenibilidad, vectores germinales de esta agrupación naciente de cadenas hoteleras.
En esta ola de innovación, la automatización de procesos internos se está convirtiendo en un pilar clave. Imaginemos llegar a un hotel y ser reconocidos sin demoras, recibir la atención personalizada en función de los gustos, necesidades o aspiraciones personales, tener a mano las aplicaciones esenciales para la resolución al instante de cualquier problema o carencia, sentarse en el restaurante sin temor a alergias, intolerancias o platos desdeñables, todos acordes a nuestro metabolismo o genoma. No se trata solo de eficiencia: es también una oportunidad para generar experiencias únicas y memorables en cada uno de los hoteles aliados, tanto en la recepción, el restaurante o los salones de eventos, como en los espacios recreativos en el caso de los hoteles vacacionales.
En paralelo, la colaboración de la Alianza Hotelera en el ecosistema tecnológico BeonX LABs busca revolucionar la gestión tradicional de ingresos. En lugar de centrarse únicamente en establecer precios competitivos, el nuevo sistema inteligente tiene la mirada puesta en la rentabilidad específica de cada marca hotelera. Esto representa un cambio de paradigma, donde la toma de decisiones se basa en datos precisos y en la maximización de los beneficios.
En el ámbito del medio ambiente, la industria turística está mostrando una conciencia en paulatino crecimiento. Dentro de la Alianza Hotelera se están llevando a cabo auditorías exhaustivas de sistemas energéticos en hoteles para identificar oportunidades de ahorro y eficiencia. Estas medidas no solo benefician al planeta, sino que también pueden traducirse en ahorros significativos para los operadores hoteleros.
En resumen, la industria turística está en plena metamorfosis, adoptando la tecnología, la sostenibilidad y la formación para redefinir y enriquecer la experiencia del cliente.