La gestora de fondos AXA IM analiza la situación de la economía europea tras las subidas de tipos y el débil comportamiento económico.
El análisis del economista jefe de la gestora de fondos AXA Investment Managers, Gilles Moëc
La zona euro se encuentra en una posición específica. Resulta difícil defender la idea de que se está produciendo un "superciclo de deuda", dado el saneamiento de los balances observado en la periferia tras la crisis soberana y la persistencia de un modelo de financiación sobrio en países clave como Alemania. Pero el mercado laboral también se muestra resistente y los salarios se aceleran con fuerza, al menos en algunos Estados miembros. Esto pone nervioso al BCE y plantea interrogantes sobre la futura trayectoria de la política monetaria. Sin embargo, mientras que en los EE.UU. los fuertes aumentos salariales han servido de protección contra una fuerte desaceleración económica, en la zona euro los datos son más preocupantes.
La nueva caída del PMI y de las encuestas Ifo en Alemania en agosto confirman que este país sigue teniendo grandes dificultades para salir del modo de recesión/estancamiento de los tres últimos trimestres. El nivel actual de estos dos indicadores es coherente con una contracción del PIB en el tercer trimestre. En este caso, la sensibilidad específica al ciclo manufacturero mundial -y en particular a la escasa tracción de China- puede ser una buena explicación de los malos resultados, pero también pueden influir cuestiones más estructurales, con un descenso de la competitividad en sectores clave como la industria automovilística. Lo que es más novedoso -y, por tanto, probablemente más preocupante- es que países que hasta ahora lo habían estado haciendo relativamente bien también se están resintiendo. El PIB francés sorprendió al alza en el segundo trimestre, con un aumento intertrimestral del 0,5%. El último dato del PMI, significativamente por debajo del nivel de expansión, corrobora la idea de que gran parte de esta resistencia primaveral se debió a factores puntuales.
Es posible que la zona euro se enfrente a un doble golpe, dado que su modelo de crecimiento está más impulsado desde el exterior, es más sensible que EE.UU. a la ralentización de la demanda china y, dada la fuerte correlación del mercado de bonos transatlántico, también está importando de EE.UU. una mayor presión al alza sobre los tipos de interés, lo que agrava el impacto del endurecimiento del BCE.
Esta combinación de tipos de interés más altos y bajo impulso económico está dificultando aún más la ecuación fiscal europea. La contribución "excepcional" prevista por Italia sobre los beneficios bancarios tuvo que reducirse rápidamente ante la reacción del mercado, pero para nosotros es el síntoma de un malestar más general en muchas economías de la zona euro: los gobiernos tratan de equilibrar la necesidad de iniciar su saneamiento financiero con el riesgo de frenar aún más la demanda interna y buscan soluciones aparentemente "indoloras" para llenar sus arcas. Seguimos convencidos de que las subidas de impuestos son el "camino más fácil" para la política fiscal europea en los próximos años.
2023-08-31 09:56:29