Los bonos corporativos high yield asiáticos en dólares tuvieron muy poca demanda en el último trimestre de 2018. Sin embargo, diversos inversores apuntan a que hora están demasiado baratos para ignorarlos. Las compras de activos cayeron, sobre todo, porque los inversores buscaron activos refugio en los que se podía capear mejor la oleada de volatilidad que se apoderó del mercado y que sigue presente. Sin embargo, los rendimientos de estos bonos están en máximos de siete años y ofrecen, de media, una rentabilidad del 9%. Por eso, es buen momento para buscar aquí una buena oportunidad de inversión.
“El mercado actual es fértil, con oportunidades para generar rendimientos atractivos y los high yield de China siguen ofreciendo valoraciones muy atractivas por encima de los promedios históricos”, destaca Paul Lukaszewski, director de deuda corporativa emergente y de investigación de crédito en Aberdeen.
Un rebote en la demanda de los inversores es clave para los prestatarios de Asia, que este año se enfrentan a una prueba de resistencia dadas sus necesidades de refinanciación. Las empresas chinas tendrán que hacer frente a pagos por valor a 105.000 millones de dólares en pagarés.
Goldman Sachs animó a los inversores a mantener la cautela en activos de mayor riesgo, pero apuntó que era un buen momento para comprar bonos de calidad de cara a la fase final del ciclo económico. Los rendimientos de los high yield asiáticos llegaron a tener rendimientos del 8,9% a finales de 2018.
En Bloomberg apuntan que el apetito al riesgo podría mejorar para este año, lo cual haría que la demanda de estos bonos aumenta. De hecho, Loomis Sayles, Nikko Asset Management y Triada Capital ya han asegurado que ven oportunidades de inversión en estos bonos.
“Estoy muy constructivo respecto a los bonos en dólares asiáticos. En 2019, es probable que muchas empresas se centren en la refinanciación, por eso las nuevas emisiones pueden ser una buena oportunidad”, aseguró Zhi Wei Feng, analista de crédito senior de Loomis Sayles.
2019-01-02 10:10:10
