La deuda y la renta variable emergente, en terreno positivo

Sébastien Galy, responsable sénior de estrategia macroeconómica en Nordea Asset Management, analiza la situación económica y la evolución que puede darse en el futuro. La principal idea es que un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, o al menos el fin de la guerra comercial afecta a la designación de activos. “La probabilidad de que se logre un acuerdo tardío con China afectará a nuestra asignación de activos a partir de algún momento en el primer trimestre, favoreciendo a la deuda y la renta variable del universo emergente, así como a la renta variable europea y estadounidense (dada su exposición).”, comenta.

En ese sentido, comenta Galy que mantiene una perspectiva positiva en los títulos de renta variable de volatilidad reducida, así como en la inversión basada en las primas de riesgo o en las estrategias long-short. “En 2018, el crecimiento de los beneficios alcanzó su punto álgido y perdió fuelle. Asimismo, las perspectivas de cara a 2019 se revisaron a la baja, debido a las previsiones de ralentización y de aumento de los costes de producción. El sector de la distribución aún debe descontar esta evolución, sumada al factor de la problemática china. Esto se refleja en la marcada caída del PER y en el descenso de los precios de los activos. Así, se está generando un valor inherente positivo, especialmente en los títulos de renta variable de bajo riesgo.”, explica el responsable sénior de estrategia macroeconómica en Nordea Asset Management.

En cuanto a la renta fija, asegura que desde Nordea priorizan la deuda emergente y de la Unión Europea, frente a la del alto rendimiento estadounidenses. “La deuda de la UE resulta interesante para los inversores estadounidenses.”, añade.

Los diferenciales de la deuda de alto rendimiento repuntaron a finales de año y generaron cierto valor en el segmento de bonos basura, con unas tasas de impago previsiblemente reducidas. Sin embargo, explica: “Los repuntes de la deuda corporativa también suelen señalar temores inminentes sobre los fundamentales, el fin del ciclo económico, y la calidad de los beneficios. La caída del precio del petróleo (20%) lastra a las empresas del sector, que representan el 15% del mercado de bonos de alto rendimiento estadounidense y el apalancamiento constituye un problema derivado de una época”, explica el experto.

Sébastien Galy opta por la deuda de alto rendimiento de la UE frente a la estadounidense, “en vista de la mayor probabilidad de que el BCE mantenga intacta su política, y dado que en EE. UU. se sigue esperando un ligero endurecimiento”. Por otro lado, comenta que la deuda emergente debería verse apuntalada por un dólar más débil, la reversión de los flujos de inversión ante un posible acuerdo con China y los tres recortes adicionales a las ratios de reservas obligatorias (RRR) que probablemente efectúe el gigante asiático.

2019-01-24 11:49:18

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *