Los flechazos existen, sin importar si es a una persona, una prenda de vestir o, por qué no, el mercado que se convertirá en pieza clave para dar un giro a la vida de quien se ha quedado prendado. Claro ejemplo de ello es Blanca Miñano, la fundadora y CEO de la FemTech SKINVITY, quien […]
EmprendimientoDirigentes Digital
| 16 nov 2023
Los flechazos existen, sin importar si es a una persona, una prenda de vestir o, por qué no, el mercado que se convertirá en pieza clave para dar un giro a la vida de quien se ha quedado prendado. Claro ejemplo de ello es Blanca Miñano, la fundadora y CEO de la FemTech SKINVITY, quien en solo un fin de semana visitando Shanghái supo que la tecnología beatuy sería su nueva pasión.
Desde ese momento tuvo claro que quería investigar para implantar en España todo este universo de belleza que está revolucionando el concepto tal y como se entiende hoy en día. Licenciada en económicas y con un máster en finanzas, Miñano estuvo 10 años trabajando para grandes compañías financieras como Banco Santander o Mutua Madrileña, una experiencia que para la fundadora de SKINVITY ha sido clave para emprender su negocio.
La firma, desde 2019, se ha convertido en uno de los pilares de la vida de esta emprendedora que tiene claro que SKINVITY la “permite crecer y evolucionar como profesional”. Inspiración, persistencia y ganas de explorar nuevos mercados son los ingredientes que han hecho que Blanca Miñano resuene en el mundo de la tecnología y la belleza, dentro y fuera de nuestro país.
Mi formación y mi carrera profesional han estado siempre vinculadas a las finanzas y realmente creo que ese conocimiento y experiencia han sido de grandísima utilidad a la hora de emprender. Independientemente de si prestas un servicio, de si vendes o fabricas un producto, como es nuestro caso, una buena base financiera es un activo, especialmente si tenemos en cuenta que la mayor parte de las compañías quiebra antes de los primeros 5 años y que en muchos casos está relacionado con la gestión de la liquidez.
Totalmente. En el año 2019 identificamos que no solo en el mercado nacional si no en Europa en general estábamos todavía muy lejos de lo que representaba el sector de la tecnología cosmética de uso en casa en Asia, incluso en América.
La penetración de este tipo de tecnología era baja y aunque va evolucionando, sigue siendo baja actualmente. Nuestro trabajo en estos años, en gran parte, no ha estado tan vinculado a lucha con los competidores como a la generación de demanda.
Por supuesto, SKINVITY es un proyecto en el que he podido poner en práctica gran parte del aprendizaje adquirido a lo largo de mi experiencia profesional. Por eso, haber podido trabajar en algunas de las principales empresas de este país ha sido una grandísima oportunidad para mí.
En SKINVITY creo que siempre hemos tenido claro a nivel financiero qué, por la propia naturaleza del proyecto, jugaba a nuestro favor y qué no, y conocer nuestras fortalezas y potenciarlas ha sido clave para conseguir crecer y mejorar la rentabilidad en tan poco tiempo.
Equipo de SKINVITY, liderado por Blanca Miñano
Lo primero que hicimos fue analizar en qué punto estaba la tecnología cosmética de uso en casa a nivel global. Pudimos identificar que, sobre todo en Asia, pero también en Estados Unidos, se trata de un sector en crecimiento, más maduro que aquí. Además, identificamos que había proyectos similares en otras geografías que habían levantado rondas de inversión relevantes. El que hubiera proyectos en esta línea era una forma de validar que íbamos por buen camino.
Inicialmente quisimos centrarnos en todo, cualquier dispositivo que tuviese como objetivo mejorar el bienestar femenino. Posteriormente nos dimos cuenta de que especializarnos más era clave, y nos decidimos por la cosmética porque hay más tecnología interesante y porque a las usuarias les interesa más, al menos de momento.
Lo más difícil de todo fue que la administración se pronunciase acerca de los requerimientos para importar este tipo de producto, una vez tuvimos su criterio, años más tarde casi nos sancionan por aplicarlo. Por suerte pudimos justificar que seguíamos su propio parecer. Todo lo que tiene que ver con aduanas fue lo más complicado en un inicio.
La generación de demanda costó más al inicio, cuando nadie te conoce ni saben lo que haces, pero fue muy bonito y muy pronto traccionó y sigue traccionando muy bien.
¡En muchas! Fundadoras de otras empresas, mentoras, jefas de etapas anteriores, amigas, etc. Además, gracias a la participación en varios programas de incubación y aceleración, tuvimos acceso a excelentes mentoras y mentores que nos asesoraron con mucho cariño y paciencia. Es clave dedicar algo de tiempo a entender el proceso de otros y aprender de sus errores y sus aciertos.
El paso más importante ha sido el paso de distribuir producto de terceros a fabricar tecnología propia. Todavía estamos en ello y nos queda mucho por aprender, pero nos ha abierto la puerta de lo que es el foco a futuro, la estrategia internacional, no solo B2C si no también B2B.
Todo mi tiempo y mi capacidad para crear y emprender lo invierto en SKINVITY que, a su vez, me permite crecer y evolucionar como profesional. Además, doy clases en escuelas de negocios y esto me encanta, aunque me lleve tiempo, la docencia para mí es desde hace años el contrapunto perfecto.
Aparte de esto, el resto de proyectos en mente tienen que ver con lo personal, como por ejemplo el proyecto de interiorismo de mi futuro hogar, en el que estoy poniendo todo mi cariño e ilusión.
Creo que el mejor consejo es que se anime a dar el paso, al menos a probar. Yo compaginé mi trabajo por cuenta ajena con SKINVITY durante un año y medio y no ha podido merecer más la pena. Es un esfuerzo pero a la vez una gran inversión en uno mismo.