Los activos refugio son aquéllos con los que los inversores protegen su patrimonio ante los contratiempos del mercado, como la deuda soberana en grado de inversión, que es uno de los más concurridos. Sin embargo, el entorno de tipos interés históricamente bajos -e incluso negativos- ha llevado a muchos inversores a dejar de contemplar esta clase de activo como una opción segura. Ante este escenario, el refugio que ha demostrado ser capaz de velar por el capital de los inversores, más allá de clases de activo determinadas, ha resultado ser la capacidad para llevar a cabo una gestión activa disciplinada y rigurosa.
Y los inversores son conscientes de ello, tal y como refleja la Individual Investors Survey elaborada por Natixis IM. Esto último se ha puesto de manifiesto durante los últimos doce meses, periodo en el que el mercado ha registrado episodios de gran volatilidad por primera vez en mucho tiempo. Este regreso de los movimientos repentinos del mercado ha llevado a muchos inversores a buscar soluciones que protejan su capital más allá de los refugios tradicionales, que han visto mermada su capacidad para velar por su patrimonio. De hecho, el regreso de la volatilidad se constata en que la mayoría de los inversores españoles ven con normalidad que el mercado registre caídas o subidas repentinas de hasta un 10%.
Así, la mayoría de los inversores reconoce la capacidad de la gestión activa para proteger sus inversiones frente a movimientos bruscos, ya que identifica las mejores apuestas y excluye los valores que conllevan un mayor riesgo para los objetivos de inversión. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer porque, tal y como se desprende de este estudio, una tercera parte de los inversores no saben diferenciar la gestión activa de la gestión pasiva y, de hecho, la mayoría de los inversores se centra en la parte de la historia relativa a las menores comisiones.
Junto a la gestión activa, los inversores españoles también reconocen las ventajas de la inversión en alternativos: seis de cada diez inversores -de una muestra que en España alcanza las 400 personas- afirman que pretenden explorar clases de activo que van más allá de la renta fija tradicional y de la renta variable para cumplir sus objetivos de inversión. Este estudio también refleja que los inversores españoles no se amedrentan ante el ruido del mercado, ya que son ampliamente conscientes de la importancia del largo plazo, aunque también defienden el valor de aprovechar los movimientos del mercado a corto plazo para sacar el máximo rendimiento a sus inversiones.
La visión de los inversores españoles coincide en gran medida con la de sus homólogos globales, en donde también se ha registrado un importante viraje hacia la construcción conservadora de carteras con el fin de proteger las inversiones de los latigazos del mercado. De hecho, los inversores encuestados por Natixis IM, tanto en España como a nivel global, reconocen la importancia de la gestión activa para hacer frente a un desafío, la volatilidad, con capacidad para erosionar su capacidad de ahorro y sus objetivos de cara a la jubilación, tal y como señalan seis de cada diez entrevistados de la muestra global, compuesta por más de 9.000 personas.
Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latinoamérica y EE. UU. offshore
2019-01-03 08:19:23