Aunque aún queda más de un año para las elecciones, y eso es mucho tiempo en política, los datos históricos nos muestran que podría producirse una reacción contra el partido en el poder, lo que provocaría que los republicanos recuperaran el control del Congreso y, potencialmente, del Senado.
A los demócratas no se les escapa esta posibilidad. En los próximos meses, es probable que continúen impulsando nuevos y ambiciosos programas de gasto, así como subidas de impuestos a las empresas y los grandes patrimonios. Sin embargo, es posible que estos objetivos de carácter progresista se vean atenuados por la realidad política, ya que el partido cuenta con una mayoría escasa tanto en el Congreso como en el Senado.
No obstante, la incertidumbre política suele tener un gran impacto a corto plazo en los mercados. El análisis de más de 90 años de rentabilidad de los mercados de renta variable estadounidense revela que en los primeros meses de los años en los que se celebran elecciones legislativas se suele registrar una menor rentabilidad media y una mayor volatilidad. A medida que los resultados de las elecciones comienzan a hacerse más predecibles, esta tendencia suele revertirse y los mercados tienden a recuperar su habitual tendencia alcista. Pero estamos hablando de medias, por lo que los inversores no deberían tratar de predecir cuál es el mejor momento para entrar en el mercado.
Las elecciones, y la política en general, provocan mucho ruido. Los inversores prudentes deben ver más allá de las subidas y bajadas corto plazo y mantener un enfoque a largo plazo.
2022-01-10 11:19:21