La banca europea se dirige hacia una nueva normalidad. Los programas de moratoria de Covid casi han vencido, las subidas de tipos parecen definitivas y los colchones contracíclico capital bancario (CCyB por sus siglas en inglés) están aumentando. No obstante, la senda hacia la plena normalización seguirá siendo prolongada y sinuosa.
«La incertidumbre se ha disipado en cierta medida tras el fin de los programas de moratoria, pero el apoyo fiscal y monetario a gran escala sigue vigente», afirma Marco Troiano, director del equipo de instituciones financieras de Scope.
La transición hacia el incremento de los colchones de capital anticíclicos en toda Europa continúa siendo más puntual que real en este momento. Sin embargo, la tendencia a volver gradualmente a los niveles anteriores a la crisis financiera parece clara. El Reino Unido, Dinamarca y Noruega anunciaron la semana pasada un aumento de las tasas de los colchones de capital cíclicos (tras una introducción gradual de 12 meses). Suecia fue uno de los primeros en anunciar una subida hasta el 1% en septiembre (que entrará en vigor en septiembre de 2022) y se propone aumentar más hasta el 2,5%, en función de los datos.
Francia, por su parte, tiene la intención de normalizar sus CCyB a los niveles anteriores a la crisis en su próxima reunión «una vez que el ciclo económico y financiero confirme que el sistema bancario es capaz de apoyar el crecimiento». Otros países se han abstenido de anunciar incrementos oficiales de los tipos de los CCyB por ahora, aunque la mayoría han dicho que están observando de cerca sus economías en busca de señales y que tomarán las medidas oportunas.
Las repercusiones de un aumento de los colchones de capital anticíclico serán moderadas. Los bancos europeos están bien capitalizados y los aumentos graduales de los tipos de los CCyB ya se han integrado en la planificación del capital. “Los grandes bancos de la eurozona tienen un exceso de capital y varios están retribuyendo a los accionistas mediante dividendos extraordinarios o recompras. Unos requisitos más elevados podrían contribuir a que se mantenga más capital en el sistema”, afirmó Troiano.
En cuanto a la forma en que otros países varían sus tasas de capital anticíclico, la aparición de la variante Ómicron podría generar nuevas incertidumbres. Las medidas cada vez más estrictas para limitar la propagación de los contagios, incluidos los confinamientos en toda Europa, podrían frenar o incluso invertir el ritmo y el momento de la recuperación económica, lo que provocaría tensiones en los sectores más directamente afectados, un menor crecimiento del PIB y una reducción de la demanda de crédito. Esto podría llevar a una activación de los CCyB, especialmente si los reguladores vuelven a orientar a los bancos a recurrir a sus reservas para mantener el apoyo financiero a las economías.
2021-12-27 10:06:19