Los inversores ven el vaso medio lleno

El primer semestre del año ha finalizado con los principales índices de renta variable en máximos anuales, acumulando subidas superiores al doble dígito. La desaceleración de la inflación, la cercanía al final del ciclo de subidas y una economía sorprendente resistente han sido claves para este comportamiento. Desde los mínimos del pasado mes de octubre, el mercado ha subido más de un 20% y solo se vio amenazado por la crisis en la banca regional norteamericana del pasado mes de marzo.

Las acciones relacionadas con la tecnología, más concretamente con la Inteligencia Artificial, han liderado las subidas. La mayor parte de las subidas en EE. UU. han estado impulsadas por un pequeño grupo de compañías de mega capitalización como Meta, NVIDIA, Microsoft, Amazon, Telsa y Alphabet. El resto del mercado ha tenido un desempeño mucho más modesto y se espera que la caída en los beneficios se profundice en esta segunda parte del año, lo que otorga una mayor dependencia sobre la evolución del sector tecnológico.

El actual entorno de alta inflación y subidas de tipos está generando una desaceleración en el crecimiento, pero los inversores siguen confiando en que será suave y breve. La economía ha demostrado una mayor solidez de lo esperado, capitaneada por una gran fortaleza en los servicios y el consumo discrecional. La salud del mercado laboral, que en muchas de las principales economías se encuentra en mínimos de las últimas décadas, ha sido determinante. Aunque es probable que tanto el crecimiento del empleo como del gasto se moderen, no será suficiente para cambiar de rumbo el consumo.

Respecto a la postura de los bancos centrales, se espera que frenen las subidas de tipos durante los próximos meses. Los inversores han descartado la posibilidad de que se produzcan rebajas de tipos y esperan que las tasas permanezcan altas hasta que los indicadores de precios tengan una tendencia clara de regreso al objetivo del 2%. La inflación ha sido más persistente de lo esperado, lo que ha llevado a los bancos centrales a extender el endurecimiento monetario más allá de lo estimado en un primer momento.

Uno de los grandes temores de los inversores, es que igual que infravaloraron la inflación hace un año y medio definiéndola como "transitoria" y retrasando su actuación, ahora se esté haciendo lo mismo con las subidas de tipos y su limitado impacto en la economía. Las consecuencias de las rápidas y contundentes alzas de tipos tienden a afectar al cabo de los 18 meses desde su aplicación, por lo que es probable que todavía no hayamos visto su verdadero efecto. Aunque seguimos siendo optimistas de cara a final de año, no descartamos algún nuevo episodio de volatilidad ante un mercado con muchas amenazas y unos inversores deseosos de recoger beneficios.
 

2023-08-25 09:25:59

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