El potencial del sector salud a través de la inversión en Venture Capital

Opinión de Borja Álvarez Vázquez, Sales Manager en Trea Asset Management.

A fecha del presente artículo, nos encontramos cerrando un buen año 2023, un año en el que hemos tenido algún susto como la tensión bancaría americana y su contagio a Europa, alzas no deseadas en el seguimiento de la inflación y las correspondientes actuaciones de los bancos centrales o, incluso, los conflictos bélicos, pero para el conjunto de los activos es un buen año. Bueno en términos de rentabilidad, si analizamos el comportamiento de los diferentes activos en estos once meses, pocos son los que están en rendimiento negativo. Este calificativo de bueno, tiene mayor impacto si recordamos y comparamos con lo acontecido en el ejercicio anterior donde pocos activos se salvaron de cerrar el año en rojo, entre ellos, podemos destacar los activos alternativos, que experimentaron un aumento considerable en el peso de las deferentes carteras.

Dentro del abanico de posibilidades que ofrecen los activos alternativos, nuestra propuesta de valor es en el venture capital (VC), es decir, invertir en compañías jóvenes con un alto potencial de revalorización. Vemos cuatro importantes motivos que incentivan la exposición a este activo: en primer lugar, una diversificación real, es decir, un activo que descorrelaciona su comportamiento del resto de activos tradicionales; en segundo lugar, una protección adicional contra la inflación ya que, cuando una startup hace un exit, salida a bolsa o venta de la compañía, se realiza incluyendo en el precio final la inflación acumulada hasta ese momento; en tercer lugar es un activo muy penalizando en este ejercicio y ofrece, actualmente, la posibilidad de entrar en compañías con valoraciones muy bajas; y por último, una alta rentabilidad como contraprestación a la iliquidez del activo, permitiendo alcanzar rentabilidades muy relevantes.

Dentro del ámbito del VC, al ser inversiones a largo plazo e ilíquidas, apoyamos una tesis que busque retornos atractivos pero consistentes en los diferentes ciclos, por ello, consideramos muy interesante la inversión en el activo a través del sector Biotech o salud. Este sector defensivo, soportado por las grandes farmas y su estabilidad en los flujos de caja y en la consistencia de su demanda de producto, ofrece una combinación altamente positiva, tanto desde una perspectiva defensiva, queriendo limitar las posibilidades de pérdida de capital, como desde una perspectiva más agresiva de búsqueda de alta rentabilidad, se traduce en una oportunidad excepcional en el largo plazo en las cuales profundizamos:

Bajo la visión defensiva, el detractor de confianza en los inversores de VC es el denominado ratio de perdida de las compañías, es decir, el porcentaje de las compañías que no llegan a buen fin, es del entorno al 70-80%. Este ratio, trasladado al sector Biotech se reduce sustancialmente hasta el 30%. El motivo es simple, en momento de ciclo económico positivo hay apetito en el mercado por estas compañías y suelen salir a bolsa, pero, en momento de contexto negativo, las compañías de VC no encuentran ese apetito y es donde coge especial relevancia las operaciones corporativas o M&A y donde marca la diferencia el sector Biotech, apoyado en las grandes farmas, ya que aprovechan para adquirir las patentes de estas compañías o comprarlas directamente para adquirir el equipo de investigación y seguir desarrollando el proyecto. Una prueba de esto es como las grandes farmas han reducido exponencialmente los costes fijos de investigación en detrimento de la compra de este tipo de compañías ya que les aporta equipos más especializados en campos de investigación concretos y la capacidad de disponer de las ultimas terapias que se diseñan.

Desde la perspectiva de búsqueda de una buena rentabilidad, en el conjunto de los sectores del VC, podemos ver como en el informe de Pitchbook, correspondiente al primer semestre del año 2023, ha habido un total de 41 nuevos “unicornios” (compañías que llegan a una valoración de mil millones de dólares), de estas, 14 corresponden al sector salud, un tercio de las consideradas mejores compañías de reciente creación.

Desde Trea AM hemos querido materializar esta oportunidad mediante un FCR artículo 9, denominado Trea Healthcare Ventures. Este fondo, tiene el objetivo de invertir principalmente en las series A y B, inicio de las fases clínicas, de compañías que desarrollan terapias denominadas como avanzadas. Estas terapias son aquellas que, gracias a los desarrollos tecnológicos implementados en la medicina, son capaces de reparar, añadir o eliminar secuencias génicas (genética) y de modificar células (celular) o tejidos (tisular) para curar enfermedades o incluso llegar a reparar diferentes tipos de tejidos como los cardiacos o los cerebrales. Esta tecnología, de aplicación a día de hoy, es uno de los campos más revolucionarios y prometedores de la medicina. Para llevar a cabo la selección de las mejores compañías, en Trea AM nos apoyamos de un equipo con una contrastada experiencia y conocimiento de la materia ya que hablamos de los pioneros, siendo los responsables de las primeras terapias en personas aprobadas tanto en la FDA (US Food and Drug Administration) como en la EMA (European Medicines Agency), además de ser las personas de referencia en los centros de investigación lideres de este tipo de terapias. Este vehículo, con un horizonte temporal máximo de 10 años y un periodo de inversión de hasta 5, tiene un objetivo de rentabilidad acumulada de un x4 (MOIC) en ese plazo de inversión, lo que se traduce en una rentabilidad anual superior al 30% (IRR).

2023-12-20 11:03:02
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