Conde-Ruiz: “Si no se reforma el sistema de pensiones, las cotizaciones tendrán que subir mucho más»

El sistema de pensiones en España atraviesa una fase crítica para su supervivencia futura, o al menos para una supervivencia sostenible y que no supongan un gasto cada vez más desmesurado. Sin embargo, la falta de reformas está hipotecando el futuro de los jóvenes, que son los principales perjudicados, tal y como cuenta José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro ‘La juventud atracada’.

Siempre se habla del problema con el sistema de pensiones que tenemos en España, ¿cómo definirías el actual estado de nuestro sistema de pensiones?

Es un sistema de pensiones que ha funcionado bastante bien en las últimas décadas, pero el cambio que se está dando tanto en la longevidad como en la demografía hace que sea necesario hacer algunas adaptaciones. Al final, es un sistema que estaba diseñado para una esperanza de vida menor y una población joven mayor. Pero, esto es algo que ha cambiado en los últimos años y el sistema se tiene que adaptar a esta nueva realidad.

¿Cuáles serían esas reformas o adaptaciones que habría que hacer para adaptar el sistema a esa nueva realidad?

En el sistema de pensiones de reparto, como el nuestro, los actuales trabajadores están cotizando para pagar las jubilaciones actuales y la gente lo hace porque confía en que la siguiente generación hará lo mismo por ellos. Pero, el problema que surge actualmente es hacer que esta mecánica sea pagable y asumible económicamente ante los cambios demográficos y de longevidad.

Por ello, hay cuatro reformas que podrían hacerse para enmendar la situación y adaptarse a los cambios. La primera de ellas sería tocar lo menos posible a los actuales jubilados porque no tienen margen de maniobra para adaptarse al cambio; lo segundo, creo que sería importante valorar toda la vida laboral; en tercer lugar, habría que incorporar la esperanza de vida en el cálculo de la pensión. Habría que volver a los factores de sostenibilidad que se aprobaron en 2013; y, por último, cambiaría la forma en la que se jubila la gente. Actualmente, se trabaja cuarenta horas a la semana y cuando llegas a la edad legal, te jubilas. Pero, esto no tiene sentido. Creo que la jubilación debería ser gradual, flexible y compatible en el sentido de que sea posible jubilarse al 50% o al porcentaje que quieras porque no todas las profesiones tienen el mismo desgaste.

Uno de los grandes problemas para el sistema de pensiones puede surgir a partir del 2030, cuando se jubila la generación del famoso ‘baby boom’. Si no se afrontan estas reformas, ¿qué podría pasar con nuestro sistema de pensiones?

Si no se realizan cambios, al final tendrán que subir mucho las cotizaciones para poder pagar las pensiones, se emitirá más deuda y nos vamos a quedar sin margen fiscal para aprobar otras medidas que beneficien a los jóvenes. Si se empeñan en no adaptar el sistema a la nueva longevidad, al final los más damnificados van a ser los jóvenes. Esto es preocupante especialmente porque estas políticas son las que potencian el crecimiento a largo plazo.

Recientemente, has publicado el libro ‘La juventud atracada’, ¿qué supone para los jóvenes que no se afronten estas reformas?

Está todo muy relacionado. Los jóvenes lo tienen peor que mi generación cuando éramos jóvenes. Antes, había un dividendo demográfico positivo, era fácil financiar todo y la política también favorecía a los jóvenes porque suponíamos el 35% del electorado, mientras que ahora representan el 22%. Las nuevas generaciones se encuentran en un mundo en el que el envejecimiento ha hecho que sea mucho más difícil crecer, es más difícil financiar todo, hay que subir más impuestos y encima la política parece que se ha olvidado de ellos. Esto tiene efectos muy negativos para ellos, pero para el resto de la población también. Al final, si a los jóvenes les va mal, nos va a ir mal a todos.

De hecho, las nuevas generaciones piensan que cuando lleguen a la edad de jubilación ni si quiera cobrarán una pensión…

La idea que el Estado está proponiendo a los jóvenes es ‘mirad, chicos, vais a estar pagando una gran cantidad de cotizaciones, nunca va a haber dinero para vosotros. Aunque siempre habrá dinero para pagar las pensiones. Por tanto, os va a costar más emanciparos, tener hijos… pero no os preocupéis que cuando os jubiléis lo podréis hacer como lo hicieron vuestros padres’. Pero, si lo piensas, los jóvenes no quieren en eso. Quieren desarrollarse en la actualidad

Por el lado de la inversión, el Gobierno ha querido fomentar los planes de pensiones de empleo en detrimento de los individuales, pero los resultados no están siendo positivos, ¿cómo de necesario es apostar por el pilar del ahorro y la inversión para el sistema de pensiones?

España tiene que desplegar ese pilar. No entiendo por qué se quiso quitar las deducciones de los planes de pensiones. Al final, en España hay muy pocas empresas grandes y es difícil fomentar esto. Yo creo que el modelo inglés es muy acertado porque aprovecha la teoría del comportamiento. En Reino Unido apostaron por quitar un porcentaje de la nómina de los trabajadores y meterlo en una cuenta de ahorro individual, pero si la persona no quiere esta retención, lo puede cancelar. Sin embargo, la tasa de retención ha sido del 90%. Es una buena manera de fomentar el ahorro y la inversión para preparar mejor la jubilación, aunque debe ser complementario al sistema de reparto.
 

2023-11-27 09:30:50

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *