El 2023 está diciendo adiós y analistas e inversores miran ya al nuevo año para saber qué deparará el 2024. Para el nuevo año se esperan acontecimientos importantes como recortes en los tipos de interés, elecciones americanas, vuelta a la normalidad fiscal tras el Covid y, probablemente una recesión suave, que parece ser el escenario principal de los analistas. Sin embargo, ningún escenario para claro y las incertidumbres son diversas.
¿Recesión suave en 2024?
La recesión suave o aterrizaje suave parece ser el escenario base del mercado. Un escenario que se basa en un crecimiento económico más ralentizado con una inflación en descenso. De ser así, no supondría ningún tipo de ‘shock’ aparente en los mercados, ya que las compañías y estados parecen más preparados que nunca, porque está es una de las recesiones más anunciadas de la historia. Por tanto, aunque una recesión sea algo negativo, parece que, en este caso, es algo previsto y que no causará demasiado impacto en la economía. Pero, los riesgos de que se agrave o se den una serie de desencadenantes tampoco han desaparecido.
Para Álvaro Antón Luna, Country Head de abrdn para Iberia, se esperan diferentes escenarios económicos, como una posible recesión o un ajuste suave, aunque también existe la posibilidad de que no haya un ajuste claro. “Se prevé que los tipos de interés disminuyan, pero aún podrían mantenerse por encima de lo que se consideraba normal, lo que complicaría el panorama para las empresas”, sostiene.
Desde la gestora española Beka Finance trabajan con un escenario central de recesión suave para preparar su 2024. «Existe la certeza de que el control de la inflación permitirá bajar rápidamente los tipos de interés y este efecto evitará un gran empeoramiento del mercado, pero la realidad es que estamos muy avanzados en el deterioro macroeconómico», ha explicado David Azcona, Economista Jefe de Beka Finance durante un encuentro informativo.
Por su parte, Creand Wealth Management, entidad especializada en banca privada, considera que en 2024 se producirá una situación de recesión a nivel global, un escenario que se ha ido posponiendo gracias al impulso del sector servicios y a un mercado laboral consolidado. Esta previsión de recesión viene marcada por el impacto de la subida de tipos en el consumo, la reducción de la renta disponible por la inflación y el agotamiento de los ahorros derivados de la pandemia.
Sin embargo, es posible que la recesión no sea igual en ambos lados del charco, ya que en Estados Unidos podría no existir o ser menor que en Europa. “Se espera que la economía estadounidense se ralentice hasta el segundo trimestre de 2024, pero la recesión no forma parte de nuestro escenario central. Además, el déficit federal se reducirá el próximo año con una mayor fiscalidad de los hogares y el aumento de los impuestos debería lastrar temporalmente el consumo. Los riesgos de crisis financiera parecen contenidos, los balances de los hogares siguen saneados, pero habrá que tener cuidado con el sector no bancario mal regulado. Asimismo, continúa la desinflación: la inflación subyacente debería disminuir hacia el 2,6% a finales de 2024”, comentan desde Ostrum. Los expertos de esta gestora consideran que en Europa lo más probable puede ser un escenario de estanflación.
Los principales riesgos del 2024
La recesión suave, como se ha mencionado, no debería asustar. Pero, tampoco se deben obviar algunos de los principales riesgos que permanecen latentes para el próximo curso. Uno de estos principales riesgos, según Creand WM se encuentra en el aumento de la deuda y sus costes de financiación. “Los pagos de intereses de la deuda de EE.UU. aumentan rápidamente con una relación deuda/PIB de EE.UU. del 122%. El tamaño de las subastas del Tesoro estadounidense aumentará en 2024 una media del 23% en toda la curva de rendimiento, debido al aumento de los déficits y el volumen de deuda”, menciona.
Para Beka Finance, la banca regional de EE.UU., el sector inmobiliario chino, la escalada de las tensiones bélicas y el aumento de la morosidad, son algunos de los elementos adicionales a vigilar. Según Azcona, «los riesgos para la estabilidad financiera podrían agudizarse por la falta de apoyo fiscal público. De no atender a planes de austeridad los temores sobre las finanzas públicas aumentarán».
En el horizonte del 2024 se prevé una recesión suave como escenario principal, aunque con incertidumbres presentes. Los analistas anticipan una desaceleración económica, pero con medidas de control ante este panorama esperado. Sin embargo, persisten riesgos como el aumento de la deuda y tensiones geopolíticas que podrían impactar la estabilidad financiera.
2023-12-28 11:55:27