Llega el Año Nuevo Chino, ¿con oportunidades en el gigante asiático?

A pesar de que China ha experimentado un cambio de percepción de ser el motor económico mundial a ser considerada una preocupación tras la pandemia, el Año Nuevo Chino revela posibles factores que podrían impulsar el mercado

China ha pasado de ser el motor del mundo a convertirse en una piedra en el zapato tras la pandemia. A pesar de seguir creciendo a más ritmo, la crisis inmobiliaria del país y los datos de actividad más débiles, hacen que China parezca menos atractiva y con oportunidades de inversión menos claras. Sin embargo, en este Año Nuevo Chino hay una serie de factores que no se deben perder de vista y que podrían servir como acicate del mercado.

¿Un plan de estímulo?

La próxima reunión política importante será el 5 de marzo, cuando la Asamblea Popular Nacional (APN) convoque su reunión anual y establezca su política y objetivos económicos para 2024. Es probable que se establezca un objetivo de crecimiento «en torno al 5%» (dados los objetivos del PIB provincial anunciados recientemente), pero para alcanzarlo habrá que aplicar más políticas de relajación.

“Una reestructuración más rápida y un apoyo más concreto a los promotores inmobiliarios podrían contribuir a aumentar la confianza de los compradores de viviendas. Del mismo modo, sería positiva una solución clara de la deuda y la financiación de las administraciones locales”, explica Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Aunque una recuperación sostenida del mercado de renta variable chino requeriría medidas más fundamentales para mejorar las perspectivas de crecimiento de la economía, el potencial de repunte a corto plazo es bastante elevado, tal y como sostiene Chivauk. “La combinación de un sentimiento del mercado muy deprimido hacia la renta variable china, un contexto macroeconómico bastante estable, unas valoraciones extremadamente bajas y un Gobierno que parece cada vez más decidido a poner freno a las ventas masivas favorece las subidas a corto plazo”, afirma el economista.

La inversión institucional

A estos estímulos que podrían llegar desde el lado político, hay que sumarle “algunos indicios incipientes de que los inversores value a largo plazo, como los inversores institucionales y los bancos centrales, están contemplando la posibilidad de volver a la bolsa china”, según asegura Diogo Gomes, senior CRM UBS AM Iberia. “Creemos que este año podría reasignarse mucho capital allí, no sólo por parte de los inversores internacionales”, sostiene.

Gomes explica que, una vez que cambie el sentimiento del mercado, el primer movimiento podría venir de los inversores de los mercados emergentes y asiáticos, y las acciones H podrían despegar antes que las acciones A. “Para los inversores domésticos, es importante tener en cuenta que el tipo de interés de los depósitos está en máximos históricos. Una vez que se produzca un impulso en el mercado de acciones A, podría entrar una gran cantidad de capital, especialmente teniendo en cuenta la situación del mercado inmobiliario”, comenta.

Sin embargo, a día de hoy, la visión generalizada acerca de China es la de la desconfianza, especialmente tras lo ocurrido con la crisis inmobiliaria del país y los datos de actividad. Otros riesgos que enfrente el país tienen que ver con la reducción de la dependencia china que están manifestando algunas empresas occidentales, además de las elecciones americanas. Las relaciones entre Estados Unidos y China siguen sin ser buena, pero podrían ser peores en función del resultado de las presidenciales de finales de año.

A pesar de todos los riesgos, las valoraciones de las empresas y ese impulso por parte del gobierno pueden servir de acicate en la recuperación. “Dada la significativa rentabilidad negativa de China en los últimos tres años, las valoraciones se ven mermadas por una relativa falta de demanda de los inversores frente a otras regiones emergentes. Por ello, creemos que China ofrece un importante potencial de recuperación en el futuro en términos de su perfil de riesgo-recompensa”, comenta Patricia Urbano, gestora y especialista en mercados emergentes de Edmond de Rothschild AM.

En definitiva, aunque los riesgos están sobre la mesa y la visión de los inversores sobre China no es positiva en estos momentos, el gigante asiático sigue teniendo razones de peso para ser un mercado con el que contar en la cartera, especialmente por las valoraciones actuales y con la vista puesta en el largo plazo.

2024-02-09 10:24:00
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