Las elecciones mexicanas del próximo 2 de junio tendrán una gran relevancia para el país, ya que no solo elegirán al nuevo presidente de México, sino que también se juegan 20.000 puestos políticos. Estas elecciones serán nada menos que monumentales, ya que se elegirán 628 escaños en el Congreso, incluidos 128 senadores y 500 diputados federales. En general, indica que habrá cambios significativos en el panorama político de México.
Estos comicios tienen una relevancia especial, ya que actualmente el país se encuentra en medio de temas apremiantes como el estado del sector energético, el nearshoring y la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, el resultado podría tener profundas implicaciones. Cabe destacar el acercamiento entre Estados Unidos y México en los últimos años.
¿Qué pasará tras las elecciones mexicanas?
AMLO afronta sus últimos días como presidente, ya que la ley mexicana solo permite un mandato de seis años por presidente. A pesar de su creciente popularidad, López Obrador dejará el cargo para, probablemente, cederlo a Claudia Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México, y favorita en las encuestas.
Sheinbaum se postula en una plataforma de continuidad del legado popular de AMLO. En el frente económico, Sheinbaum quiere mantener la disciplina fiscal, defender la autonomía del banco central y garantizar la estabilidad de la deuda pública. Aunque todavía no ha propuesto una reforma fiscal, ha destacado la necesidad de luchar contra la evasión fiscal.
Las propuestas de Sheinbaum sobre el sistema de pensiones tienen como objetivo garantizar la seguridad financiera de los jubilados mediante la defensa de las políticas actuales, como el aumento de las contribuciones, la reducción de los requisitos de elegibilidad y el apoyo a la creación del «Fondo de Pensiones para el Bienestar».
Además, “las políticas energéticas de Sheinbaum enfatizan el apoyo continuo a las empresas estatales de energía como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con un enfoque en la refinación de petróleo y el desarrollo de energías renovables”, explica Luis López Vivas, economistas macro de Latam en Axa IM.
¿Cómo puede México subirse al carro del crecimiento?
Tal y como explica el experto López Vivas, México afronta una gran oportunidad tras las elecciones mexicanas. “México necesita aprovechar las tensiones geopolíticas globales para aumentar su atractivo para las actividades de nearshoring si quiere impulsar su crecimiento potencial del PIB, relativamente bajo. En este contexto, la próxima revisión del T-MEC en 2026 será crucial, aunque su resultado sigue siendo incierto, sobre todo si Donald Trump fuera reelegido como presidente de Estados Unidos”.
Uno de los principales problemas que enfrenta el país se encuentra en la energía y en la industria. México era uno de los principales productores de petróleo entre 1979 y 2002. Pero, AMLO siempre se opuso a ir por la vía petrolera, algo que puede supone un impedimento para que las empresas vean en México un lugar atractivo.
“Si estas tendencias, destinadas a reforzar el control del Estado sobre el sector energético, persisten bajo una administración de Sheinbaum, probablemente resultarían perjudiciales para las necesidades energéticas a largo plazo de México y podrían disuadir a las empresas extranjeras de invertir si carecen de acceso a energía asequible”, avanza el experto.
Los planes energéticos de Sheinbaum son algo contradictorios. Si bien su hoja de ruta 2024-2030 contempla la rápida descarbonización de la matriz energética, el mismo documento indica que su gobierno mantendría la política energética de AMLO de luchar por la autosuficiencia energética mediante el fortalecimiento de Pemex y la adquisición de más refinerías, sin mencionar el compromiso de lograr cero emisiones netas.
La importancia del T-MEC
Este acuerdo entre Canadá, Estados Unidos y México supondría un gran impulso para el país mexicano, que está viendo como las compañías estadounidenses miran a su territorio tras los problemas con China. Por tanto, hay una gran oportunidad.
“Las elecciones presidenciales en México y, sobre todo, en Estados Unidos, podrían dar forma al futuro del acuerdo, introduciendo incertidumbre adicional. A pesar de la retórica nacionalista ocasional, las acciones de AMLO reflejan el compromiso continuo de su gobierno con la defensa de los intereses de Estados Unidos en México. Es probable que Sheinbaum adopte una postura similar y abogue por la continuación del T-MEC, especialmente dada la fuerte dependencia de México del mercado estadounidense para sus exportaciones”, añade López Vivas.
En definitiva, se espera que tras las elecciones mexicanas se dé un continuismo de las políticas actuales, que han impulsado a México en los últimos años gracias al nearshoring y el T-MEC. Aun así, Sheinbaum se enfrenta a grandes retos tanto fiscales como energéticos.
2024-05-29 09:28:13