Este nuevo año viene cargado de nuevas directrices y normativas que marcarán el modo de hacer de las empresas tratando de dirigirlas hacia una mayor sostenibilidad.
#1. Adiós al greenwashing. La aprobación del proyecto de Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad el pasado octubre por el gobierno español y la Directiva de alegaciones medioambientales o alegaciones ecológicas de la UE obligarán a las medianas y grandes empresas a contar con auditores independientes garantizando una mayor transparencia.
#2. La tecnología como aliada. Medir el impacto de las políticas que hemos implantado ayudará a ajustar e implantar cambios. Sin olvidarnos de que el uso adecuado de la IA, según el Foro Económico Mundial, puede ser un acelerador de los esfuerzos en sostenibilidad.
#3. Nuevos trabajos “verdes”. Según un estudio publicado el pasado año por LinkedIn, los puestos de trabajo relacionados con la ESG no han parado de crecer desde 2020 y la demanda se duplicó en los últimos dos años. Profesionales con habilidades o formación en sostenibilidad serán cada vez más necesarios, según los expertos del Pacto Mundial de la ONU.
#4. Apuesta por la economía circular. Aunque ya son muchas las empresa que hacen uso de ella, maximizar el uso de los recursos, dar una segunda vida a bienes aún útiles y reforzar la reducción de desperdicios siguen siendo un factor clave.
#5. Implicar a toda la empresa. No importa el tamaño de la misma ni el sector en el que opere, todo el personal debe tener claras las políticas de la empresa y trabajar de acuerdo a ellas, desde la alta dirección hasta los empleados de base.