El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, afirmó este miércoles que si los datos “confirman nuestra línea de base”, en cuanto a que la inflación seguirá bajando, “la trayectoria de la política -monetaria- es clara y esperamos seguir reduciendo aún más” los tipos de interés.
Así lo dijo Guindos durante su intervención en el foro económico ‘Spain Investors Day’ que fue inaugurado por el Rey y que está previsto que lo clausure mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este foro congrega más de 200 inversores internacionales, participarán 75 empresas cotizadas y contará con la participación de cinco ministros.
El vicepresidente del BCE insistió en que el banco comunitario no se compromete de antemano con una senda concreta de tipos, pero sí que éstos seguirán bajando si la inflación sigue moderándose. Recordó que las últimas proyecciones del BCE de diciembre hacen referencia a que la inflación se sitúe en el 2,1% este año y vuelva a una senda sostenible “bastante pronto”.
El proceso de desinflación está “bien encaminado”, valoró Guindos, pero puntualizó que las perspectivas de crecimiento para la economía de la zona del euro “siguen siendo débiles” y sujetas a una incertidumbre significativa. De hecho, afirmó que la información más reciente sugiere que “la economía está perdiendo impulso”.
En esta línea, apuntó que los riesgos para el crecimiento económico siguen siendo a la baja. El riesgo de mayores tensiones en el comercio mundial, ante la “gran incertidumbre” en torno a las políticas comerciales de la nueva administración Trump, “podría afectar” al crecimiento de la zona del euro al frenar las exportaciones y debilitar la economía mundial. Igualmente, Guindos citó la incertidumbre política y fiscal en algunos grandes países de la zona del euro, pues varios países no han presentado todavía sus presupuestos. España es uno de los que ha prorrogado sus cuentas y está pendiente de elaborar unas nuevas para este año. Avisó de que este entorno de incertidumbre “podría minar la confianza” y frenar la recuperación del consumo y la inversión. Así, ante la incertidumbre, aconsejó “prudencia”.
Respecto a la estabilidad financiera, el vicepresidente del BCE aseveró que la banca europea es “fuerte” y se sustenta en unos coeficientes de capital y una liquidez “sólidos”, así como de una “elevada” rentabilidad. Precisamente, repitió que la rentabilidad puede haber alcanzado máximos, ya que los márgenes de interés netos están disminuyendo, mientras que las pérdidas crediticias están aumentando gradualmente.
Ante esta coyuntura, Guindos defendió “preservar la resiliencia de los bancos” como un elemento “crucial”. Aconsejó mantener los actuales requisitos de reservas de capital macroprudenciales liberables e instó a “mejorar” el marco político para las entidades no bancarias desde una perspectiva macroprudencial.
