El ABC de los derechos humanos y las empresas

Hay que abordar la conexión entre DD.HH. y empresas y comenzar a identificar herramientas que garanticen un comportamiento corporativo ético.
Derechos Humanos y empresas

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El ABC de los derechos humanos y las empresas

Hay que abordar la conexión entre DD.HH. y empresas y comenzar a identificar herramientas que garanticen un comportamiento corporativo ético.

Mucho se habla en el mundo empresarial de sostenibilidad, equidad e inclusión. Sin embargo, no siempre se consideran los impactos a derechos humanos que las empresas podrían generar. En nuestra vida cotidiana ¿alguna vez nos preguntamos si la producción de nuestro teléfono móvil podría estar vinculada a la explotación infantil, o si el complejo hotelero donde disfrutamos nuestras vacaciones podría estar desplazando a comunidades originarias de sus territorios ancestrales? Y como personas de negocios, ¿han considerado los riesgos de no prevenir este tipo de impactos?

Esta columna inaugural tiene como objetivo abordar la conexión entre derechos humanos y empresas y comenzar a identificar las herramientas que existen para garantizar un comportamiento corporativo ético.

Los derechos humanos

Para comenzar, es importante subrayar que los derechos humanos son un conjunto de derechos y libertades inherentes a todas las personas, que refieren a la dignidad humana. En la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (DUDH), se establece que se busca crear un mundo libre de temor y miseria, Para una vida libre de temor, se nos debe garantizar la libertad de creencias, de expresión y de movimiento, la participación en la toma de decisiones, la seguridad e integridad física, por nombrar algunos ejemplos. Y para una vida libre de miseria debemos acceder a trabajo digno, educación, salud, vivienda, agua, y vivir en un ambiente sano.

Los derechos humanos tienen algunas características fundamentales: son universales (para todas las personas); son indivisibles y están interrelacionados (no podemos escoger algunos sobre otros y al impactar unos impactamos otros); son inalienables (inherentes a la persona humana); y se rigen por los principios de progresividad, igualdad y no-discriminación.

Desde su concepción, los derechos humanos han generado obligaciones de respeto, promoción, protección y garantía para los Estados.

Entonces ¿cómo entra el sector privado en todo esto?

Empresas y derechos humanos

Si bien las primeras discusiones comenzaron en los años 70s, a partir de algunos casos emblemáticos, la construcción de normas en Naciones Unidas no avanzó sino hasta los dosmiles. En paralelo, comenzaron a crecer tendencias importantes dentro del sector privado: la responsabilidad social empresarial (RSE) y la filantropía, cuya vigencia sigue siendo relevante.

Así llegamos al nuevo milenio y a un personaje clave: el entonces Secretario General de la ONU Kofi Annan, quien subrayó la importancia de generar guías claras para las empresas en materia de derechos humanos. Primeramente lanzó, en el año 2000, el Pacto Global con el fin de promover prácticas responsables entre la comunidad empresarial mundial. Esta red global de empresas se centra en 10 principios sobre derechos humanos, medio ambiente, normas laborales, anticorrupción.

En 2005, el exsecretario Annan designó al profesor John Ruggie de la Universidad de Harvard como su representante especial en materia de empresas y derechos humanos, quien, junto a un equipo internacional, realizó un proceso extenso de consulta y creó, en 2008, el marco de “Proteger, respetar, remediar”, los tres pilares fundamentales de los Principios Rectores de Naciones Unidas de Empresas y Derechos Humanos (PNRU) .

En 2011 los PRNU fueron adoptados en el Consejo de Derechos Humanos de ONU. Estos 31 principios establecen las obligaciones de los Estados, las responsabilidades de las empresas y el acceso a remediación cuando hay impactos adversos a los derechos humanos en las operaciones empresariales.

Desde entonces, los PNRU son el estándar internacional más ampliamente reconocido en la materia, y dialogan con otros esquemas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los marcos ESG y estándares internacionales de Conducta Empresarial Responsable (CER) como las Directrices de la OCDE.

¿Por qué los derechos humanos son relevantes para las empresas?

Las empresas, como actores con un rol clave en nuestras sociedades, pueden tener un impacto profundo en los derechos humanos. Impactos positivos como la creación de empleos, la provisión de servicios y la innovación, e impactos negativos como la explotación laboral, el desplazamiento de comunidades o la degradación ambiental. Asimismo, las empresas pueden estar vinculadas, de forma directa o indirecta, a sabiendas o inadvertidamente, con abusos por parte de otros actores.

Estos impactos adversos no solo ocurren en la planta laboral, como sería un caso de acoso sexual hacia alguna colaboradora. También pueden suceder a través de productos o servicios, en las cadenas de valor y en los territorios donde operan las empresas, por ejemplo cuando se contamina un río, o hay condiciones inseguras en fábricas que suministran a marcas globales, o hay prácticas discriminatorias para acceder a un crédito.

Por tanto, hablar de derechos humanos en una empresa implica prevenir riesgos desde una mirada amplia, hacia adentro y hacia afuera. Esta debida diligencia en derechos humanos, se está convirtiendo en un requerimiento legal en diversas jurisdicciones, y además hay una creciente presión del mercado y los inversionistas.

La incorporación de estos procesos es sin dudas compleja para las empresas. Sin embargo hay avances y un creciente compromiso para que la sostenibilidad de los negocios coloque a las personas y el planeta en el centro. De esto y más seguiremos conversando por aquí.