“Las Bolsas pueden subir hasta un 10% en 2017”, apuntan Jacques Henry y Wilhelm Sissener, economistas de Pictet WM. El mercado parece ‘jugar’ por el momento a la ‘carta’ del “crecimiento más alto con un aumento controlado de la inflación (…) pero si las expectativas tardan en cumplirse más tiempo de lo previsto, el entusiasmo […]
Dirigentes Digital
| 11 ene 2017
“Las Bolsas pueden subir hasta un 10% en 2017”, apuntan Jacques Henry y Wilhelm Sissener, economistas de Pictet WM. El mercado parece ‘jugar’ por el momento a la ‘carta’ del “crecimiento más alto con un aumento controlado de la inflación (…) pero si las expectativas tardan en cumplirse más tiempo de lo previsto, el entusiasmo puede acabar en un final abrupto”, advierte Stefan Kreuzkamp, CIO de Deutsche AM. Una ‘hoja de ruta’ “definitivamente dirigida a Bolsas, proponiendo una superior aceptación de riesgos, aprovechando la recuperación final del ciclo inmobiliario y promoviendo, de nuevo, la retirada de exposición a bonos”, es la estrategia de inversión para este año del Departamento de Análisis de Bankinter. Mientras, Goldman Sachs cree que “en un mundo de retornos reducidos”, la clave es buscar “fuentes de rentabilidad más allá de los enfoques convencionales de renta variable o renta fija”. Y recomiendan “identificar oportunidades en los mercados emergentes y el despliegue de estrategias de asignación de activos más dinámicas”. Por su parte, desde el equipo de multi-activos de M&G Investments consideran que “hemos llegado a un momento crucial y potencialmente crítico en el que es necesario que los inversores cambien su forma de pensar y actuar. Es posible que las estrategias que han arrojado buenos resultados en la última década se enfrenten ahora a dificultades. Por este motivo, de cara 2017 y más adelante, no trataremos de predecir qué acontecimientos protagonizarán los titulares, sino de estar preparados para responder a los cambios en la confianza del mercado ”. Estos son apenas cinco ejemplos de los múltiples análisis y consejos con los que las gestoras y firmas de inversión han preparado este recién estrenado año marcado por el riesgo político (Trump, Brexit, elecciones en Europa), sin perder de vista a los bancos centrales, la delicada situación que atraviesa la banca del Viejo Continente o la transición económica de China. Los ‘contras’ de las previsiones Apuestas concretas, previsiones varias e, incluso como en el último caso, la propia negativa a predecir el qué va a pasar. Y es que, tal y como apunta, David Lafferty, vicepresidente senior y estratega jefe de mercados de Natixis Global AM, la gran desventaja de todas estas prospectivas es clara: “La mayor parte de ellas son bastante inútiles”. Especialmente las que apuntan cifras concretas como “retornos de doble dígito en Bolsa” o el “oro acabará el año en los 2.500 dólares la onza…” Considera este experto que “las estimaciones puntuales dan cierto aire de autoridad a quien las hace, pero normalmente no aciertan. En mi opinión, las buenas predicciones son probabilísticas, porque fuera de las matemáticas o la física, poco se sabe con certeza. Tenga cuidado con las declaraciones que afirmar que algo va a suceder o no”, advierte. Si bien, al mismo tiempo reconoce que “tanto inversores como medios anhelan estas certezas. Aunque creemos que algunos de los mejores pronósticos reconocen la incertidumbre y son templados por las probabilidades. Algunas cosas puede ser más o menos probable que sucedan, pero nada está garantizado”. Los ‘pros’ de las prospectivas Ahora si miramos más allá de los titulares o las grandes frases, Lafferty afirma que “el elemento más importante de una perspectiva de inversión es la razón de ser de la misma”, es decir, explica, “no me importa lo que pienses, sino por qué lo piensas. Todos los comentarios prospectivos proporcionan una oportunidad para evaluar la justificación del autor en relación con su propia comprensión de las circunstancias y dinámica del mercado ”. A menudo, añade, la verdadera estimación “radica en el razonamiento de quien la hace, no en sus agudas predicciones”. De hecho, al hacerlas, este experto espera que quien acceda a ellas “evalúe nuestras justificaciones y la calidad del argumento presentado”. Por tanto, podemos preguntarnos, si las previsiones “son una ciencia inexacta, tal vez sea más fácil ignorarlos”. Optar, por ejemplo, por comprar y mantener Bolsa, esperando que la renta variable genere a largo plazo más retornos que otros activos. Esto, explica, es una suposición, y el hecho de que no esté basada en una predicción explícita no es relevante. Mientras que “un pronóstico con un razonamiento bien construido es una conjetura estudiada, que puede proporcionar al inversor información adicional”. Así las cosas, concluye: “Si lo desea, lea las perspectivas que pueda, en particular las que desafíen sus puntos de vista. Pero hágalo también con una saludable dosis de escepticismo. El mercado es altamente impredecible. Todos estamos ‘adivinando’ en cierta medida. Júzguenos por nuestros argumentos y teorías”.