Más de diez años después del comienzo de la crisis económica, la internacionalización continúa siendo la asignatura pendiente de las pequeñas y medianas empresas españolas. Una oportunidad de oro para abrirse al mercado exterior de la que esta parte del tejido empresarial español no ha exprimido todo el jugo. Según datos extraídos del Observatorio Mesías de Pymes Exportadoras, solamente una de cada cinco pymes españolas registra actividad en el exterior.
En concreto, dicho informe, elaborado por el sistema de Inteligencia de Marca España a raíz de los datos aportados por Iberinform arroja que la tendencia exportadora es bastante heterogénea en España. De hecho, si se analiza por regiones son Aragón y La Rioja las comunidades donde las pymes tienen una mayor propensión a exportar. Mientras que en el primer caso el porcentaje de empresas con menos de 250 empleados que vende al exterior se sitúa en el 44,8%, en el segundo caso ha sido del 41,2%. Le siguen Cantabria (34,2%), Asturias (33,3%), Andalucía (29,9%), Navarra (29,2%) y País Vasco (28,4%).
En el tramo intermedio se encuentran Cataluña (21,9%), Comunidad Valenciana (21,6%), Murcia (20,8%), Galicia (20,7%) o Melilla (19,2%), mientras que en los archipiélagos este índice se sitúa en el 18,3% en Islas Baleares y en el 17,5% en Islas Canarias. Completan esta lista Extremadura (13,6%), Madrid (12,7%) y Castilla-La Mancha, donde menos del 5% registra actividad foránea.
Estas cifras confirman el elevado peso que tienen las ventas locales en la trayectoria de estas empresas y que, por tanto, las deja más expuestas a la evolución que siga la economía nacional. De hecho, el estudio SME Pulse 2019 desarrollado por Oxford Economics para American Express, arroja que solamente una décima parte de las pymes españolas dice disponer del plan adecuado para incrementar sus exportaciones.
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