Fue uno de los argumentos detrás de la crisis del euro: el déficit de competitividad de muchos países del área al inicio de la crisis. Aunque el déficit por cuenta corriente también puede tener como origen una elevada tasa de inversión por encima del ahorro interno. Pero, incluso esta argumentación pasa a segundo plano cuando […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Fue uno de los argumentos detrás de la crisis del euro: el déficit de competitividad de muchos países del área al inicio de la crisis. Aunque el déficit por cuenta corriente también puede tener como origen una elevada tasa de inversión por encima del ahorro interno. Pero, incluso esta argumentación pasa a segundo plano cuando el nivel de deuda es elevado y las condiciones de financiación empeoran. En este caso, el déficit por cuenta corriente pasa a ser un factor de debilidad para la economía en cuestión.
Así, se observa una fuerte corrección del déficit en los países "más afectados", pasando en la mayoría de los casos de déficit a superávit. Excepción hecha de Chipre. De forma más reciente se observa una cierta ralentización de las cifras, en parte por la mejora cíclica de las economías. Y es que en muchos casos no fue tanto una mejora en competitividad como por el deterioro económico que se tradujo en desplome de las compras y posterior cambio de las importaciones por producción interna. Con todo, parece claro que continuidad en la mejora cíclica de estas economías será el mejor test para evaluar la sostenibilidad en esta corrección en el desequilibrio exterior.
¿Sólo descenso de las importaciones? No es del todo cierto. Según la estimación que realiza el Banco Central Europeo (BCE) sobre la evolución del tipo de cambio efectivo real entre 2009/2014, en general, Eslovenia aparte, casi todos los países han recuperado vía costes laborales unitarios la competitividad pérdida en la década anterior a la crisis. Pero, ya lo saben, no es lo mismo un ajuste de salarios que de empleo aunque el resultado final en términos de competitividad sea similar.
Los precios del crudo también han contribuido a una mejora de la balanza exterior, especialmente en el último año.
Ahora bien: es importante mantener este proceso de desapalancamiento que se deriva en todos los casos mencionados en una cifra de pasivos exteriores insostenibles en el tiempo. El BCE considera que niveles de pasivos exteriores por encima del 35% del PIB conllevan un nivel de debilidad con importantes problemas ante futuras perturbaciones.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.