Los expertos recuerdan cómo el Banco de Inglaterra resumió hace poco cuatro décadas de estudios sobre el beneficio económico neto de la pertenencia a la UE y el resultado oscila entre el -5% y el 20% del PIB. De forma similar, "resultaría muy difícil calcular el beneficio neto de abandonar la UE, incluso mucho tiempo […]
Dirigentes Digital
| 03 mar 2016
Los expertos recuerdan cómo el Banco de Inglaterra resumió hace poco cuatro décadas de estudios sobre el beneficio económico neto de la pertenencia a la UE y el resultado oscila entre el -5% y el 20% del PIB. De forma similar, "resultaría muy difícil calcular el beneficio neto de abandonar la UE, incluso mucho tiempo después de que se produjese la salida", explican. Y así, consideran imposible hacerlo antes de que se produzca. No obstante, en su análisis señalan cinco implicaciones que los inversores deberán tener muy en cuenta hasta la celebración de la votación.
1. La libra se mantendrá débil hasta la celebración del referéndum. La posición fiscal relativamente saneada del Reino Unido sugiere que los gilts no se verían muy afectados y es probable que los tipos de interés a corto plazo del mercado monetario continúen bajos porque el BoE no variará su postura con respecto a los tipos de interés de referencia. Sin embargo, durante otros periodos de incertidumbre política (en particular, antes del referéndum escocés de 2014) la curva de tipos ganó algo de inclinación con respecto a la estadounidense, algo que podría volver a suceder si las encuestas se mantienen ajustadas.
2. El crecimiento y la inversión se resentirán ligeramente durante la primera mitad de 2016 a consecuencia de la incertidumbre generada por la votación. No obstante, no esperamos que esta desaceleración sea capaz de contrarrestar otros factores de mayor peso como el crecimiento del resto de Europa y de Estados Unidos o el sentimiento de los mercados mundiales.
3. Podemos esperar que la mayoría de estos efectos se den la vuelta en caso de un resultado a favor de la permanencia. Pero no nos sorprendería que la libra acabase el año en niveles muy inferiores a los de 2015 en términos ponderados por el comercio exterior, ni que se hablase de celebrar un nuevo referéndum si el resultado de la votación de junio es demasiado ajustado.
4. En caso de un resultado a favor del Brexit, podemos esperar una intensificación de los factores macroeconómicos y una significativa desaceleración del crecimiento británico. La eurozona también se vería afectada a corto plazo. Pero, incluso en el caso del Reino Unido, la evolución de la economía mundial resultará más importante para el crecimiento a medio plazo y la dirección general de los mercados de activos británicos.
5. A largo plazo, el impacto microeconómico del Brexit sería mucho más importante que el macroeconómico. Los inversores deberán estar especialmente atentos a las repercusiones para las firmas británicas de servicios financieros, que en muchos casos se verían afectadas negativamente. Las empresas manufactureras podrían verse beneficiadas marginalmente por la depreciación de la divisa pero la incertidumbre sobre las relaciones comerciales post-Brexit pesaría también sobre ellas y algunas podrían tener problemas para encontrar mano de obra cualificada si se limitase la inmigración desde la UE.