Se acumulan las malas noticias para Brasil. El Gobierno de Dilma Rousseff ha comunicado que las previsiones para su economía son aún peores de los esperado. En concreto, a través de un informe, el Ejecutivo señala que la caída del Producto Interior Bruto (PIB) será del 2,44% durante 2015 y la inflación se aproximará al […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Se acumulan las malas noticias para Brasil. El Gobierno de Dilma Rousseff ha comunicado que las previsiones para su economía son aún peores de los esperado. En concreto, a través de un informe, el Ejecutivo señala que la caída del Producto Interior Bruto (PIB) será del 2,44% durante 2015 y la inflación se aproximará al 9,29%.
De esta forma, el cuadro macroeconómico empeora y deja desactualizado las previsiones que apuntaban a una caída del 1,49% del PIB y a una inflación del 9%.
En este sentido, BBVA Research apunta a que la inflación ha sorprendido al alza en Brasil en los últimos meses, mientras que, por otro lado, el tipo de cambio se ha depreciado mucho últimamente.
La simultaneidad de estos dos fenómenos plantea, según la entidad, la cuestión de si están relacionados o no. "Podría darse el caso de que las sorpresas alcistas de la inflación se deban, en cierta medida, a una mayor repercusión del tipo de cambio en los precios", añaden.
Llueve sobre mojado
Estas previsiones refuerzan el paso dado por la agencia Standard & Poor’s tras rebajar hasta ‘bono basura’ la deuda pública del país. Desde mediados de septiembre, Brasil tiene una BB+ lo que implica que su economía es "muy volátil y sin recursos suficientes".
Estas nuevas condiciones harán que muchos inversores tomen más precauciones a la hora de pensar en Brasil como destino para su dinero. Para Moody’s, por ejemplo, este grado implica riesgo de impago, especialmente en el caso de los cambios adversos en las condiciones empresariales y económicas".