Faltan pocos días para la segunda ronda en las elecciones presidenciales y cualquier contratiempo puede decantar la intención de voto para uno u otro candidato. De hecho, los últimos sondeos indican que el exgobernador Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, tiene posibilidad de vencer a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT). Pero […]
Dirigentes Digital
| 21 oct 2014
Faltan pocos días para la segunda ronda en las elecciones presidenciales y cualquier contratiempo puede decantar la intención de voto para uno u otro candidato. De hecho, los últimos sondeos indican que el exgobernador Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, tiene posibilidad de vencer a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).
Pero la campaña, marcada por la desaceleración de la economía brasileña, el desvío de fondos o los sobornos, aún tiene recorrido. En este sentido, el escándalo de corrupción en la petrolera estatal ha sido uno de los temas que más ha marcado la campaña. Sabiendo la importancia de este tema, Rousseff aseguró que "ahora hay que devolver todo lo posible para reembolsar al país. Si hubo mal luso del dinero público, lo queremos de vuelta".
Además, la presidenta afirmó que iba a tomar todas las medidas para compensar a todos; aunque aseguró que "hoy en día nadie sabe lo que debe ser reembolsado porque la llamada delación compensada, que aportó los datos más importantes, no se nos ha entregado".
Petrobras salpica la campaña
La corrupción en la mayor empresa pública de Brasil salpicó de lleno en la campaña cuando se conoció que varias constructoras socias de Petrobras pagaban un 3% de sus contratos a una red para sobornar a políticos. Además, la polémica se agudizó cuando el ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa (que ejerció el cargo desde 2004 hasta 2012) reconocía una red de corrupción que cobraba comisiones sobre contratos de la compañía.
Costa, que fue arrestado en 2013 y actualmente se encuentra en prisión mientras es investigado por esta trama, señaló a varios miembros del Partido de los Trabajadores.
En este sentido, la imagen de Dilma Rousseff también se ha visto dañada ya que ella presidía el consejo de administración de la compañía cuando Petrobras decidió adquirir una refinería en Pasadena. La compra no resultó rentable y los daños económicos, de gran alcance, han abocado a la energética al declive.