La Unión Bancaria avanza a velocidad
crucero. Se van cumpliendo los plazos y estableciendo los pilares en los que descansará. La Comisión Europea ha dado luz verde para activar el fondo resolución bancaria, que actuará de cortafuegos en futuras crisis financieras para que las entidades sean rescatadas sin inyecciones con dinero público. El Mecanismo de Resolución actualmente en vigor, financiado por los Estados, pasará a fundirse en diez años con este fondo que estará dotado de 55.000 millones.
Bruselas ha establecido los criterios para que la banca haga sus aportaciones. Cada entidad inyectará fondos según su tamaño, el perfil de riesgo y fuentes de financiación. Es decir, los bancos que cuenten con una mayor base de depósitos pagarán menos, aunque sean más grandes que aquellos que en su balance pesen más otros negocios financieros.
La Comisión plantea dividir a los bancos en tres categorías, de modo que aquellos considerados pequeños, que representan el 1 % del total de los activos bajo la Unión Bancaria y que aportarán un 0,3 % del total; los medianos, que tienen un 14 % de los activos y contribuirán con un 9,7 % del total, y los grandes, que poseen el 85% del pasivo total y que financiarán un 90 % del total.
En este último grupo están las 130 entidades más grandes de la Unión Europea que pasarán a ser supervisadas por el BCE y que se han sometido a las pruebas de resistencia, que serán publicadas el próximo domingo. La mayor parte de los bancos españoles forman parte del grupo. Fuentes del sector apuntan que las entidades españolas aportarán más de 7.000 millones que supondría el 13% del fondo.