En la última semana, el BCE compró 9.159 millones de euros en deuda pública y privada. Así, el importe total alcanzado desde que iniciara el programa asciende a 61.681 millones de euros, suponiendo adquisiciones diarias de 2.900 millones, cumpliendo por tanto con sus objetivos (60.000 millones de euros mensuales hasta, por lo menos, septiembre de 2016). Concretamente, durante el […]
Dirigentes Digital
| 15 abr 2015
En la última semana, el BCE compró 9.159 millones de euros en deuda pública y privada. Así, el importe total alcanzado desde que iniciara el programa asciende a 61.681 millones de euros, suponiendo adquisiciones diarias de 2.900 millones, cumpliendo por tanto con sus objetivos (60.000 millones de euros mensuales hasta, por lo menos, septiembre de 2016).
Concretamente, durante el primer mes se "gastó" 5.444 millones en España. Este país fue el cuarto más beneficiado por estas operaciones (detrás de Alemania, Francia e Italia) y el de vencimientos más largos: 11,66 años.
El impacto de esta compras que está siendo, según Deutsche Bank, "sustancial y positivo: los tipos se han debilitado notablemente, los costes de los prestamos se han reducido y los valores de acciones y colaterales en general han aumentado".
Barclays coincide al afirmar que "en el primer mes completo de este programa, tanto los datos económicos como las Bolsas han mejorado, a pesar del ‘viento en contra’ que supone la incertidumbre política en Grecia".
En este sentido, Deutsche Bank destaca que "la evolución monetaria, en particular el crédito bancario, validan las perspectivas de aceleración de la economía. El PIB de la Zona Euro previsiblemente se haya expandido un 0,5% intertrimestral en los tres primeros meses del año. Porcentaje que supone el ritmo más rápido de recuperación hasta la fecha y que pondría a la región a la par con Estados Unidos".
Sin embargo, reconocen que buena parte del incremento en la actividad de los últimos seis meses se asienta sobre el desplome del petróleo, "cuyos efectos serán transitorios. Mas allá de los menores costes de financiación, los beneficios económicos del QE son todavía en gran parte una expectativa, más que una realidad".
Para la firma británica, la reciente estabilización de los precios de la energía ha ayudado a afianzar la inflación. "Sin embargo, las expectativas de los precios se han mantenido consolidando desde el inicio del programa de compras, lo que sugiere un fuerte compromiso con los bajos tipos de interés para el futuro hasta que la inflación alcance niveles consistentes con el mandato del BCE".
La "vida" del QE y las previsiones más allá de 2015
Llama la atención del banco alemán la existencia de un "hueco" entre el optimismo del personal del BCE (mejora media del PIB del 2% en 2016-2017 y una inflación en el objetivo del 2% para ese último año) y la prudencia del Consejo de la autoridad monetaria.
"Las previsiones de los primeros abarcan formalmente los beneficios del QE, pero los segundos tienen razón al ser más reservados. Estas compras son una medida no convencional, en la que Europa no tiene experiencia y el impacto es incierto, tanto más en horizontes temporales mayores Por otra parte, el BCE no tiene pleno control de las condiciones financieras, como muestra el reciente estancamiento en la depreciación del euro. En cualquier caso, tal y comoDraghi y las últimas Actas han señalado, el objetivo es corregir la inflación de forma sostenible y no sólo a 2017", explican estos expertos.
Para Deutsche Bank el riesgo de que se revise el tamaño de las compras de 60.000 millones de euros en los próximos 18 meses "parece bajo. Creemos que, como muy pronto, a finales de año el BCE será capaz de juzgar la idoneidad, de una forma u otra, del actual programa. En todo caso, los miembros del Consejo están dispuestos a presentar un sesgo más largo para el QE, no una salida temprana".