El ICI España 2015 es resultado del primer estudio sobre Cultura de la Innovación, elaborado por la AEC en colaboración con Dícere como partner estratégico. Este primer estudio, enmarcado en la Iniciativa AEC Cultura de la Innovación, cuenta con el apoyo del Comité AEC Innovación y de sus partners impulsores: AENOR, Airbus Group, Merck, Fundación […]
Dirigentes Digital
| 28 abr 2015
El ICI España 2015 es resultado del primer estudio sobre Cultura de la Innovación, elaborado por la AEC en colaboración con Dícere como partner estratégico.
Este primer estudio, enmarcado en la Iniciativa AEC Cultura de la Innovación, cuenta con el apoyo del Comité AEC Innovación y de sus partners impulsores: AENOR, Airbus Group, Merck, Fundación Pons, Repsol y Thales.
El objetivo del estudio, que cuenta además con el respaldo institucional de los Ministerios de Economía y Competitividad e Industria, Energía y Turismo, es disponer de datos cuantitativos sobre el estado de la Cultura de la Innovación en las empresas españolas y ofrecer información que permita a organizaciones e instituciones accionar su desarrollo como elemento clave para el impulso de la competitividad.
El estudio se ha realizado bajo la metodología creada por Jay Rao y Joe Weintraub, de Babson College-Boston, la única que diagnostica el clima innovador de las organizaciones a partir de los seis bloques fundamentales que componen la Cultura de la Innovación: recursos, procesos, resultados, valores, conductas y clima.
Los datos presentados en esta primera oleada del Índice Cultura de la Innovación España 2015 son fruto de una macroencuesta que ha medido el clima innovador en las empresas, contando con las opiniones y valoraciones de más de 9.000 empleados pertenecientes a 69 empresas de todo el país. Destaca la alta participación de las pymes en la encuesta, con un total de 43 empresas.
Por sectores, resulta significativa la intervención del sector industria (encabezado por los subsectores aeroespacial y construcción, materiales e instalaciones), seguido del sector de los servicios, con amplia representación de servicios profesionales, consultoría y auditoría, así como de IT, software, informática y electrónica.
Atendiendo al rango de edad de los empleados participantes, destacan los profesionales entre 36 y 45 años (39,55%), seguido por los mayores de 45 (33,16%). La participación de los jóvenes de entre 26 y 35 años fue del 25,61%, mientras que los menores de 26 representaron tan sólo el 1,69%.
Principales conclusiones
Los primeros resultados de este Índice revelan que España es un país con profesionales y ciudadanos innovadores, pero con grandes carencias en los ámbitos del liderazgo y los procesos. Mientras que los profesionales creen en la innovación y están dispuestos a abordar proyectos "disruptivos", las empresas tienen dificultades, desde los procesos internos imprescindibles, para llevar esta creatividad a la cuenta de resultados.
La innovación, como cualquier disciplina, requiere de procesos internos y recursos diferenciados para su desarrollo pleno. Según los responsables del estudio, para que una innovación sea considerada como tal, es necesario que haya sido llevada desde la ideación hasta el mercado.
La ausencia de liderazgo y la escasez de medios, como la falta de tiempo y espacio o la imposibilidad de acceso a expertos, son los principales obstáculos por los que la innovación no consigue llevarse a la práctica como disciplina diferenciada en las empresas españolas, a pesar de que sus empleados "son creativos y se sienten cómodos con ello".
Asimismo, la ausencia de incentivos, la poca flexibilidad o la falta de entrenamiento son algunos de los factores peor valorados por los trabajadores. Analizando los distintos bloques, destaca la puntuación obtenida por los bloques de carácter emocional: Valores, Resultados y Clima.
Sin embargo, sería mejorable el resultado de los bloques orientados a la acción: Conductas, Recursos y Procesos. Para que la innovación sea desarrollada con éxito, es necesario que exista un equilibrio entre los diferentes bloques, ya que la coherencia es un principio básico fundamental de toda organización.
Desde la AEC, aseguran que la innovación aún no es una disciplina en las empresas españolas y cada organización, atendiendo a sus características, debe descubrir su propia receta para conseguirlo. A grandes rasgos, para generar una cultura de la innovación, es necesario conjugar tres elementos: estrategia, liderazgo y personas.
La opinión de los profesionales
Para Gonzalo Jiménez, director de Transformación Cultural de Airbus Group en España, la Cumbre Cultura de la Innovación de la AEC representa "una oportunidad para reflexionar sobre la situación de la Cultura de la Innovación en la empresa y su impacto en nuestra competitividad presente y futura". "Los resultados de esta primera encuesta nacional permitirán reforzar nuestras líneas de actuación en la innovación y su reflejo en los productos y servicios que entregamos a nuestros clientes", señala.
En esta línea, Javier Pavón, director de Operaciones y Soporte de Thales España, señala que el estudio Cultura de la Innovación les ha proporcionado una "radiografía" de la percepción que tienen de sí mismos como empresa innovadora. "Es un buen punto de partida para conocer dónde estamos y definir a dónde queremos llegar", indica, al tiempo que añade que "la tecnología es la base de nuestro negocio, pero en Thales España vamos más allá de la innovación tecnológica y trabajamos en desarrollar el emprendimiento interno entre nuestros empleados".
Por su parte, Enrique Álvarez, director de Comercial Operations de Merck España, asegura que "la innovación es una condición inherente a la industria farmacéutica, más aún en el momento que estamos viviendo, en el que hay que adaptarse a una realidad cada vez más cambiante. En Merck no nos basamos sólo en la creación de fármacos innovadores, sino también en nuevas formas de hacer las cosas, y esto es posible porque la cultura de la innovación está profundamente arraigada en la cultura Merck".