La Fiscalía ha elevado la causa a la sala 5 de la Audiencia Nacional que tendrá que decir si abre investigación. De momento, el anterior juez Pablo Ruz envió una comisión rogatoria a Brasil para confirmar los hechos de la denuncia de Inneo Torres y si son constitutivos de delito en el país. Para la […]
Dirigentes Digital
| 06 jul 2015
La Fiscalía ha elevado la causa a la sala 5 de la Audiencia Nacional que tendrá que decir si abre investigación. De momento, el anterior juez Pablo Ruz envió una comisión rogatoria a Brasil para confirmar los hechos de la denuncia de Inneo Torres y si son constitutivos de delito en el país. Para la Fiscalía existen suficientes indicios para concluir que Acciona cometió delito de espionaje industrial. Los querellantes reclaman 30 millones de euro por la presunta apropiación de la tecnología que poseía Inneo Torres.
Según la querella, la sustracción de información permitió a Acciona construir torres de hormigón para aerogeneradores de más de 120 metros de altura deforma más competitiva. La obra era más barata y ofrecía mayor rendimiento energético. El caso se remonta a 2005 cuando una filial de la sociedad, Inneo 21, firmó un acuerdo de colaboración con la cotizada.
El plan inicial de Acciona era adquirir la tecnología de su colaborador, pero renunció finalmente a la compra de la filial de aerogeneradores. A pesar de ello, ambas compañías mantuvieron el trabajo conjunto en el montaje de parques eólicos.
El buen entendimiento entre las dos empresas terminó en 2008, cuando los empleados de Inneo Torres denunciaron que trabajadores de Acciona habían entrado en una zona restringida de la factoría de Brasil y habían copiado información sensible sobre la tecnología que usaban.