La compañía Escal UGS, propiedad al 66% de ACS, renuncia a la concesión del almacenamiento subterráneo de gas. De ello ha informado el grupo constructora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este miércoles.
La noticia resulta sorprendente debido a que el mismo Florentino Pérez, según fuentes consultadas, se mostraba confiado en poder continuar con el proyecto y restaba importancia a los seísmos detectados en Castellón.
La construcción de la instalación se paralizó por el Ministerio de Industria al detectarse pequeños seísmos alrededor de las costas de Castellón, cercanas al terreno de almacenado previsto, cuando se realizaba la inyección del gas.
Así, Escal ha solicitado la autorización de sus bonistas para llevar a cabo finalmente su paralización. Entre ellos se encuentra el Banco Europeo de Inversión (BEI), con 300 millones de euros, cerca de 25% del total de la compañía.
Contacto entre Energía y ACS
En las últimas semanas, los contactos entre el Ministerio de Energía y el grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, no han sido pocos. De hecho, el propio secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, lo reconocía a comienzos de mes, al igual que lo admitían destacados miembros del Grupo ACS.