Escribo estas líneas mientras asisto como invitado a la conferencia sobre comercio de importación en Yiwu. Esta ciudad es muy conocida en España por el tren de 13.000 kilómetros que la une, física y comercialmente, con Madrid. Desde la puesta en marcha del "Yixinou", como se conoce esta linea ferroviaria, los comerciantes de Yiwu han […]
Dirigentes Digital
| 19 may 2016
Escribo estas líneas mientras asisto como invitado a la conferencia sobre comercio de importación en Yiwu. Esta ciudad es muy conocida en España por el tren de 13.000 kilómetros que la une, física y comercialmente, con Madrid.
Desde la puesta en marcha del "Yixinou", como se conoce esta linea ferroviaria, los comerciantes de Yiwu han multiplicado sus exportaciones por veinticinco solamente durante 2015. Desde España, sin embargo, apenas han salido diez trayectos. "Los contenedores del tren todavía necesitan algunas adaptaciones para transportar nuestros productos perecederos", comenta Javier Serra, Jefe del ICEX en Pekín. "Sin embargo, el transporte por tren tarda la mitad que en barco pero sale ligeramente más caro por contenedor", concluye.
Las sanciones de Rusia a la Unión Europea tampoco ayudan, señalan algunos analistas intencionadamente en algunos medios chinos desde Moscú, pero lo cierto es que los envíos españoles no están viéndose afectados por el momento.
La experiencia, en cualquier caso, es interesante. Asiste como ponente el Presidente del Comité de Compras y Logística, He Liming, y es aquí donde empezamos a descubrir importantes oportunidades para España. "El aceite de oliva español, ahora mismo, está experimentando una demanda importante entre la creciente clase media china", señala Liming. España, además, está exportando todo tipo de productos alimentarios y bebidas por tren. "Pero buscamos también distribuir marcas de alto valor", comenta durante la mesa redonda el Director General del conglomerado logístico Eternal Asia, Andy Chen.
Eternal Asia es una de muchas empresas chinas que iniciaron su actividad nada más iniciarse el presente milenio. Dedicada a todo lo relacionado con la oferta, desde distribución hasta venta pasando por servicios financieros, comenzó facturando quinientos millones de dólares en 2002. Hoy, una década después, está manejando cifras superiores a los veinte mil millones de dólares.
Eternal Asia hoy cotiza en Bolsa y es una de las compañías incluidas dentro del índice local Fortune 500. Hecho este apunte teórico, se plantearon también oportunidades que comparto con todos los lectores de DIRIGENTES. "Estamos buscando grandes marcas españolas para distribuirlas por toda China ¿Conoces alguna?", me consulta Chen. Observo que IBM, Unilever, Nestle, L´oreal, Abbot, Philips o Microsoft, solamente por citar algunas, aparecen como asociadas de Eternal Asia. Y, efectivamente, no hay ninguna empresa española entre el portfolio que me entregó.
El gigante chino de logística, SF Express, también me adelantó que este año querían desarrollar los mercados en Europa. Reino Unido es una parada obligada. Pero Ray Li, su Director Internacional, me dijo que la posición geográfica de España les resulta atractiva.
Sin embargo, el desconocimiento hacia España, y una mejorable pro actividad de nuestro país en China, hacen que muchas inversiones se aparquen. Pregúntense, señores, cuántos debates sobre política exterior se celebran en las campañas electorales españolas y encontraran la respuesta al problema que les planteo.
En Yiwu está el mayor mercado mayorista de pequeñas commodities del planeta. Hay 13.000 empresarios instalados aquí. Y mueve un volumen comercial que supera los quince mil millones de euros anualmente (esto puede ser el equivalente a cualquier rescate negociado estos años con Grecia).
Hu Ruying, Economista Jefe en la Bolsa de Shanghai y asesor del gobierno central, es quien me invita a este evento. Con la esperanza, quizás, de que a España pueda llegar un conocimiento más profundo sobre todas estas oportunidades y no solamente la anécdota del tren Yiwu-Madrid. "China lleva años siendo el primer mercado de importación pero no nos hemos beneficiado con ello", apunta Hu. La razón, claro, es que China ha estado importando componentes para ensamblarlos aquí y después exportar. Ahora, sin embargo, es momento de repensar esa maquinaria comercial gigantesca para no ser solamente la fábrica del mundo y, sobre todo, consumir más. Cualquiera que se quiera dar una vuelta podrá ver este cambio de tendencia en Yiwu. Y huelga decir que las oportunidades para España, como sucede con todos los demás países del mundo, son inmensas. Los chinos, al menos, siempre preguntan por España.