Una de las condiciones necesarias para que la economía española consolide la recuperación y escape de la amenaza de una tercera recesión en Europa es que el sector financiero apoye el crecimiento con financiación para estimular la actividad y el consumo. La radiografía de los test de estrés muestra que la banca española está en […]
Dirigentes Digital
| 29 oct 2014
Una de las condiciones necesarias para que la economía española consolide la recuperación y escape de la amenaza de una tercera recesión en Europa es que el sector financiero apoye el crecimiento con financiación para estimular la actividad y el consumo. La radiografía de los test de estrés muestra que la banca española está en disposición a facilitar el crédito que durante los años de crisis económica ha estado en clara contracción.
Después de los excelentes resultados del sector, la pregunta clave es va a empezar a fluir el crédito. El propio gobernador del Banco de España, José María Linde, en el mismo día que sacaba pecho de la banca española, enfrió las expectativas. "La reactivación del crédito es un asunto complejo. La solvencia es una condición necesaria, pero no suficiente. El sector está en una mejor posición de crédito de conceder créditos pero se tienen que dar las condiciones necesarias de reactivación económica".
Con las dudas que hay en la zona euro sobre una tercera recesión y que termine contagiando a España, hace que la banca no se fie de abrirse a la inversión crediticia. "No veremos un incremento del crédito neto hasta mediados de 2015, cuando el contexto económico mejore", explica Javier Flores, analista de Asinver. Aunque para el experto los resultados son buenos, el 40% del balance de la banca son activos fiscales diferidos, los famosos de DTA que no son otra cosa que reducciones de impuestos fiscales en el futuro. "En este tiempo los bancos aprovecharán para cambiar el balance", subraya Flores.
En línea con Linde, el director de Estudios Financieros de Funcas, Santiago Carbó, se expresa en términos parecidos, "para el crédito es bueno que la banca sea solvente, pero no hay lanzar las campanas al vuelo, se necesita muchos condicionantes. La clave está en una demanda solvente que será imposible que haya en un entorno de crecimiento sostenido". La entidad baraja que el crédito no aumentará hasta principio de año pero en tasas pequeñas del 3% y 5%.
Y los bancos qué dicen
En mitad de la publicación de las pruebas de resistencia, las entidades trimestrales están presentados sus resultados del tercer trimestre. Desde comienzo de año cuando se les preguntan por la evolución del crédito, hay un consenso generalizado en señalar que están observando un repunte en determinados segmentos. La mayoría de entidades han vuelto a conceder préstamos, pero a cuentas gotas. Respecto a 2013 sí hay una mejora, en concesión de hipotecas y créditos al consumo, pero lo cierto es que desde 2008 la financiación de las familias y empresas cae en picado. Los últimos datos disponibles del Banco de España muestran que el saldo neto de volumen de préstamos cayó en agosto un 4,5% para hogares y un 4,7% para empresas no financieras, siendo el retroceso más bajo en lo que va de año.
La excusa institucionalizada es que todavía no existe demanda solvente. Es decir, que llamen a la puerta de los bancos clientes solventes que con gran seguridad devuelvan el crédito. "La economía española está muy endeuda y es necesario un continúe el despalancamiento de familias y empresas y tiene que compatible con nuevo crédito", explica Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, "la demanda de inversión está condicionada por la evolución de la demanda interna del país. Si se mantiene la confianza y las expectativas, la demanda solvente crecerá".
Flores destaca que sin flujo de crédito no hay recuperación económica, "la banca tiene que tener un papel más activo en la reactivación económico". Estamos ante la pescadilla que se muerde la cola. La banca condiciona el crédito a la recuperación económica y la economía necesita que fluya para afianzar la recuperación.
Las pruebas de resistencia son el paso previo hacia la unión bancaria y hacia un nuevo contexto regulatorio más exigente para los bancos. Flores indican que debería dar mayor confianza al sector para abrir el crédito. Sin embargo, José García Montalvo, catedrático de economía de la Universidad Pompeu Fabra, explica que impactará significativamente en el modelo de negocio de los bancos con nuevos requisitos que implica un aumento de la cantidad y la calidad del capital. Lo que irá en contra de la facilidad en la concesión de crédito.