Ni diésel ni de gasolina, ni eléctrico ni híbrido, ni manual ni automático. Todo indica que el principal elemento de los coches del futuro pasará por una materia que, más allá del petróleo, consiga hacer que se muevan, y esta no parece ser otra que el hidrógeno, a través de la pila de combustible. Y […]
Dirigentes Digital
| 30 jun 2014
Ni diésel ni de gasolina, ni eléctrico ni híbrido, ni manual ni automático. Todo indica que el principal elemento de los coches del futuro pasará por una materia que, más allá del petróleo, consiga hacer que se muevan, y esta no parece ser otra que el hidrógeno, a través de la pila de combustible.
Y en esto, como en el desarrollo de vehículos híbridos, Toyota es la marca que en los últimos años más fuertemente está apostando por el desarrollo de prototipos más eficientes, hasta el punto de convertirse en la mente de todos los consumidores en la automovilística número uno en sostenibilidad.
Una carrera en la que recientemente ha dado un salto de enormes dimensiones, con la presentación en Japón de su nuevo modelo de pila de combustible FCV, que, a diferencia de anteriores puestas de largo, esta vez ha venido acompañada por el anuncio de que la empresa comenzará a comercializar el vehículo ya el año que viene.
Lo hará en el país nipón en primer lugar, en abril de 2015, para trasladarse durante los meses siguientes a Europa y Estados Unidos, y únicamente a las regiones en las que más avanzada esté la infraestructura de recarga de hidrógeno. Respecto al precio de lanzamiento, la empresa únicamente ha desvelado el que tendrá en Japón, que rondará los 50.000 euros al cambio.
Con este anuncio, Toyota ha terminado de refrendar la apuesta por los modelos de pila de hidrógeno, un combustible alternativo "particularmente prometedor", en palabras de la propia empresa, que la ha llevado a renunciar incluso al desarrollo de su principal activo: los vehículos híbridos y eléctricos.